Cine documental o el tratamiento creativo de la realidad

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Montaje documental

"Película de montaje es la formulación más habitual en las lenguas latinas para denominar aquellas clases de películas basadas sustancialmente, sino enteramente, en un material preexistente, de archivo u otra procedencia, reutilizado para generar un nuevo discurso". (Eugeni Bonet)

La realizadora y montadora soviética, Esther Choub fue de las primeras en realizar películas documentales a base de montajes, mezclando escenas de ficción y noticiarios de actualidad. En 1925 y después de participar en el rodaje de El acorazado Potemkin del director Serguéi M. Eisenstein, Choub decidió comenzar a trabajar con material de archivo. El resultado fueron tres películas sobre la historia de Rusia: La caída de los Romanov (1927), La gran ruta o El gran camino (1927) y La Rusia de Nicolás II y Tolstoi (1928). Los filmes no contenían ningún plano rodado por la directora soviética.

En 1954 Henri Michel y Olga Wormser publicaron Tragédie de la déportation: 1940-1945, un libro sobre la historia de la deportación en Francia. Ambos pertenecían al Comité de Historia de la Segunda Guerra Mundial. Su intención era desvelar la existencia de los campos de concentración en Francia. A este propósito se sumó el Réseau du Souvenir (Red de la Memoria) un grupo creado en 1952 por la viuda de una víctima de Auschwitz , y por Paul Arrighi, un deportado de Mauthausen. Se consiguieron dos logros importantes: la celebración anual del día de la deportación y el encargo de una película documental sobre el Holocausto. El resultado fue el filme Nuit et Brouillard (Noche y niebla, 1955), del montador, guionista y director francés Alain Resnais.  El documental abordaba el horror del Holocausto con una mezcla de secuencias de archivo e imágenes de los campos de concentración.

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En las décadas posteriores, sesenta y setenta, los documentales de montaje de carácter histórico alcazaron su máximo apogeo. La temática abordaba se concentraba en: la guerra, los campos de concentración, el fascismo alemán o el Holocausto.  Algunos ejemplos fueron: Benito Mussolini (1962) del director italiano Pasquale Prunas; Adolf Hitler. La historia jamás contada de Joachim Fest y Christian Herrendoerfer (1977) o De Nuremberg a Nuremberg de Frédéric Rossif(1994), documental de montaje a base de imágenes de archivo que analizaba el auge y derrota del nacional socialismo.

 

Una variante del montaje documental se basa en la utilización de secuencias procedentes del cine de ficción, en parte para suplir la falta de material filmado de archivo. En  Hermano, ¿me das diez centavos? (1975), el director Philippe Mora utilizó imágenes de archivo y fragmentos de películas norteamericanas de los años 30 para mostrarnos la vida norteamericana durante los años de la gran depresión. Para ¡Alemania, despierta! (1966), Erwin Leiser utilizó para el montaje secuencias de films de ficción del periodo nacional socialista. Por su parte los directores Robert Epstein y Jeffrey Friedman utilizaron secuencias de más de un centenar de películas para realizar El celuloide oculto (1995), un documental sobre la homosexualidad en el cine.

 

Otra fórmula utilizada por los cineastas que recurren al montaje documental es  la combinación de imágenes de archivo con un fondo musical de la época. En  Querida América: cartas desde Vietnam (1988) el director Bill Couturie, aborda el tema de la guerra de Vietnam a través de material documental como cartas de soldados y las acompañó de temas musicales de la época como The Doors, Bob Dylan, Rolling Stones o Jimi Hendrix. En Hitler's Hit Parade (2003), los directores Oliver Axer y Susanne Benze, trabajaron con imágenes de archivo de películas y comerciales, acompañadas de música popular y de baile del Tercer Reich.

 

En el montaje documental de entrevista y en el docudrama, se utilizan imágenes filmadas para la compilación, entrevistas con personas que hubieran sido protagonistas de los acontecimientos, o también se pueden incluir reconstrucciones. En Shoah (1984) el director Claude Lanzmann trabajó durante diez años en entrevistas con personas que vivieron el horror de los campos de exterminio. En esta misma línea el director Emile de Antonio dirigió el documental político In the year of the pig (1968) a base de material de archivo y entrevistas contra la guerra de Vietnam. Otros documentales de este género:  Le Chagrin et la Pitié. Chronique d’une ville française sous l’occupation (1971) de  Marcel Ophüls; Corazones y mentes (EE.UU., 1974) de Peter Davis; Rumores de guerra (EEUU, 2003) de Errol Morris o Al descubierto. Guerra en Iraq (2004) de Robert Greenwald.

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