Cine documental o el tratamiento creativo de la realidad
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Los inicios. El cine documental informativo
La invención del cine estuvo muy relacionada con la necesidad de las personas de documentar todo aquello que era de su interés. En unos casos tenían un carácter científico, como el astrónomo francés Pierre Jules Césa Janssen (1874) que quiso registrar el paso de Venus ante el sol. Otras veces el interés fue la mejora en el entrenamiento de caballos como en el caso del fotógrafo inglés Eadweard Muybridge (1878) que, patrocinado por un criador de caballos, realizó los primeros intentos con una serie de cámaras fotográficas. En otros casos el invento lo llevó a cabo un fisiólogo como el francés Étienne Jules Marey (1891) que quiso captar el movimiento de las aves ideando para ello un "fusil photographique". También uno de sus ayudantes George Demeny vió en el invento una magnífica oportunidad para que los sordomundos aprendieran a leer los labios basándose en la repetición. Todos estos inventos trabajaban en desarrollar aparatos que captaran el moviento a partir de fotografías.
Pero los dos grandes competidores fueron: el norteamericano Thomas Alva Edison y el francés Louis Lumière. Edison inventó el kinetoscopio y Louis Lumière el cinematógrafo. Sin embargo, ya desde el comienzo Edison se encaminó más hacia el negocio del espectáculo mientras que Louis Lumière haría realidad la película de tipo documental. El motivo de esta diferenciación estuvo en los propios aparatos inventados, mientras que el de Edison era de gran peso y necesitaba varios operarios para su manipulación, el de Louis Lumière apenas pesaba cinco kilos y podía ser fácilmente transportable a cualquier parte del mundo.
A principios de 1895 Louis Lumière encargó secretamente al ingeniero Jules Carpentier la construcción de 25 cinematógrafos. Paralelamente los hermanos Lumière fueron preparando a los futuros operadores de cine para enviarlos a diferentes partes del mundo.
En marzo de 1895, en una reunión realizada en París con el fin de promover las industrias francesas, Louis Lumière exhibió su invento con el corto La sortie des usines (La salida de la fábrica). En junio hizo otras exhibiciones en París, Lyon y Bruxelas.
A mediados de diciembre de 1895, Jules Carpentier ya tenía preparados los 25 cinematógrafos, y recibió el encargo de construir 200 más. Con todo preparado, cinematógrafos y operarios, el 28 de diciembre de 1895 llegó el día de la gran exhibición pública en el Salón Indien del Gran Café del Boulevard des Capucines de París. Fue un gran éxito llegando a realizar más de veinte pases al día en un salón con capacidad para unas 120 personas. A finales de abril de 1896 ya se mostraban hasta cuatro programas diferentes, y una de las salas se convertió en un cinematógrafo permanente.
El éxito fue tal que enseguida recibieron muchas solicitudes de compra para su cinematógrafo de todas partes del mundo, sin embargo los hermanos Lumière rechazaron las diferentes ofertas. Hicieron presentaciones en Inglaterra, Bélgica, Holanda, Alemania, España, Austria e incluso en Australia, Indochina o India. Enviaron a sus operadores a distintos partes del mundo y allí se encargaban de rodar escenas de los propios lugares y gentes, que servían de reclamo para atraer a la gente a ver el cinematógrafo. Además, estas grabaciones enriquecían el catálogo de filmes de los hermanos Lumière, llegando a contar a finales de 1897 con más de 750 películas.
Los primeros cortos rodados eran denominados de actualidad y recogían escenas generalmente intrascentes, desde partidas de cartas, la comida de un bebé o una batalla de bolas de nieve. Como dato curioso, podemos señalar que este corto fue visto en Vitoria-Gasteiz el 13 de junio 1897, en el Teatro Circo de la capital alavesa.
Otro tipo de películas que comenzaron a popularizarse en los primeros años del cinematógrafo fueron los denominados noticieros, un conjunto de filmaciones de corta duración que recogían acontecimientos o sucesos completos. Desde una carrera de caballos en el hipódromo, hasta el hundimiento del acorazado Maine en 1898.
Entre las noticias filmadas había que distinguir otro tipo que se denominaron "reconstruidas". Éstas eran en realidad recreaciones de sucesos que tenían cierto interés para el público. Entre las reconstrucciones había escenas de fusilamientos, de batallas o incluso de actos relacionados con la realeza.
También surgieron noticieros, que estaban constituídos por un conjunto de noticias filmadas montadas, y con una duración y periodicidad estándar. Los noticieros tuvieron su máximo apogeo entre los años 20 y 50. Los contenidos eran variados, desfiles militares, concursos de belleza, deportes, catástrofes... Algunos ejemplos fueron Pathé-journal (1908) y Gaumont-Actualités (1910) en Francia, Pathe News (1910-1956), Paramount News (1927-1957) y Universal Newsreel (1927-1967) en Estados Unidos, Pathe's Animated Gazette (1910) y Topical Budget (1917) en Gran Bretaña, Kino-Nedelia (1918-19) en la URSS, UFA Wochenschau (1925-30) y UFA-Tonwoche (1930-1940) en Alemania, Cinegiornale LUCE (1927-1945) en Italia, Revista Español - Revista Studio (1915-1920), España al día (1936-38), Noticiario Cinematográfico No-Do (1942-81).
También surgió otro tipo de acercamiento a las noticias, "las noticias patrocinadas". Estas filmaciones eran costeadas por empresas con el fin de dar a conocer sus productos.
A finales de 1897 hubo un cambio de estrategia en la compañía Lumière. Se interrupieron las demostraciones en todo el mundo y se comenzó con la venta de los cinematógrafos. A partir de este momento se centrarían en la fabricación y venta de los cinematógrafos y del amplio catálogo de películas que poseían. Empezaron a surgir nuevas empresas, algunas de ellas fundadas por antiguos operarios de los hermanos Lumière. La mayoría trataron de construir equipos cada vez más portátiles y comenzaron a tratar temas de la realidad, llamándoles documentales, actualidades, películas de interés, educaciones, filmes de expediciones y viajes...
Hasta 1907 el número de documentales sobrepasaba al de las películas de ficción, sin embargo a partir de entonces la situación cambió. Las películas de ficción comenzaron a multiplicarse y consiguieron atraer más la atención del público. Algunos de los factores que influirían en este hecho fueron, desde la incoporación de innovacciones como el arte del montaje (Méliès) en el cine de ficción, la influencia del patrocinio de la realeza en muchos de los cortos filmados por los operarios de los hermanos Lumière, o la tendencia colonialista que quedaba reflejada en los trabajos con las actitudes propias de una mentalidad colonial.