El deporte visto desde el arte
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Primeras civilizaciones
El deporte fue una práctica esencial de las culturas del Mediterráneo antiguo, ya que estaba ligado a las celebraciones religiosas y a la percepción del hombre ante los dioses y ante él mismo y la comunidad.
EGIPTO
El deporte en el antiguo Egipto ocupaba una parte importante del ocio. Así queda reflejado en numerosos testimonios: decoraciones en tumbas, paredes de las pirámides, vasijas, etc. Tanto hombres como mujeres lo practicaban. Los favoritos eran la lucha, la esgrima con palos y el atletismo entre los hombres, y la danza, los juegos acrobáticos con pelotas y la natación entre las mujeres. Aunque se practicaban muchos más: levantamiento de pesas, pesca, remo, salto de longitud, etc.
De la lucha o el boxeo tenemos numerosos ejemplos. En la tumba de Jeruef, encontramos una reprepresentación pictórica que muestra a seis boxeadores en posición de combate y un relieve en el que se aprecia una representación de una forma de lucha o boxeo. Jeruef fue una importantísima figura política durante los últimos años del reinado del faraón Amenhotep III. Se le conoce por obstentar el título de ‘mayordomo de la Gran Esposa Real Tiy’ y el de ‘Escriba Real'.
Las pinturas de Beni Hassan, pertenecientes a la época de las dinastías XI y XII (hacia el 2000 a. C.), son un auténtico manual de lucha.
El tiro con arco y la caza como diversión eran deportes que estaban preferentemente reservados a las clases altas. Un ejemplo de esto son las pinturas murales de la tumba de Khnumhotep, alto mandatario del Imperio Medio, y que están datadas hacia el año 1900 a. C. En ellas, se le ve cazando y pescando.
CRETA
Hay que destacar el alto valor que esta cultura otorgaba al cuerpo, a su desarrollo y sus valores. Esto se refleja en sus distintas manifestaciones artísticas: sus construcciones, sus pinturas, sus estatuillas, su orfebrería. Las pinturas al fresco que adornaron los corredores de sus palacios y habitaciones han ofrecido información de sus actividades físico-festivas.
Según recoge Teresa González Aja en su libro El Deporte a través del Arte, "La actividad física se fundamentó en aspectos lúdicos, deportivos o religiosos que implicaban agilidad, velocidad, movimiento, acrobacia y no tanto fuerza y resistencia para adaptarse al medio, dominarlo o defenderlo. Fue objeto central de esta civilización el desarrollo de una cultura en torno al cuerpo a su desarrollo y bienestar y al disfrute del mismo. Los valores estéticos y de armonía corporal parecen primar sobre el desarrollo de la fuerza o la resistencia. Todas las representaciones humanas realizadas por los artistas cretenses son figuras de individuos de talle muy fino y de una gran ligereza, en los que parecen haberse desarrollado las cualidades corporales relacionadas con la flexibilidad, la agilidad y el vigor en el movimiento.”
Los juegos de toros
El toro era la figura central de la vida religiosa en la Creta minoica. Su importancia se extiende a todas las demás facetas de la vida. Los principales mitos referidos a Creta tienen como protagonista al toro.
Así que en relación con el culto al toro surgen estos juegos durante la Creta del segundo milenio a. C. Estos espectáculos se representaban en el patio central de los palacios y consistían en saltos imposibles sobre un toro realizados por acróbatas. Gracias a las pinturas murales conocemos hoy en día estas actividades.
Teniendo en cuenta que la mujer jugaba un papel fundamental en la cultura minoica, parece probable que los acróbatas fueran tanto hombres como mujeres. Las figuras de los saltadores en los frescos minoicos están pintadas unas en tono oscuro y otras en tono blanco, con lo que estarían distinguiendo al hombre de la mujer.
Además de los juegos taurinos el arte cretense ofrece información amplia de otras actividades físicas presentes en la vida de esta cultura.
La práctica de danzas parece habitual en la cultura cretense. Por los testimonios en pintura y orfebrería estarían realizadas de forma casi exclusiva por las mujeres y su carácter debía ser ceremonial y religioso.
Boxeo. El fresco de los niños boxeadores es uno de los más atractivos de la pintura minoica de Thera. La seriedad indolora de la representación y el peinado han hecho pensar en que se tratase de un rito religioso.
Se ha querido ver en esta pintura al fresco algo así como una modalidad de boxeo pero poco agresiva.