El deporte visto desde el arte
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Grecia
Es realmente en Grecia donde nace el concepto de deporte moderno como realización de ejercicio físico de forma plenamente reglada. En la cultura helénica surge la preocupación del desarrollo físico integral como medio para buscar el ideal de perfección física y moral. El deporte recogía un amplio espectro de valores, entre ellos: el culto al cuerpo, la preparación psicológica para la competición y la guerra y el respeto a los dioses.
En Grecia el deporte es considerado como algo vital, un deber del ciudadano, esencial en la formación del hombre. Inicialmente el deporte fue el centro de los rituales funerarios: era un despliegue de energía y fuerza para honrar a quien las había perdido. Poco a poco se institucionalizó y se convirtió en una actividad vinculada a las ceremonias religiosas en honor a los dioses olímpicos y al espíritu competitivo del hombre griego. A las competiciones que un principio fueron gimnásticas e hípicas se unirán, más tarde, las poéticas y artísticas.
La sociedad eminentemente masculina de la época hacía mucho más difícil el acceso de la mujer a la educación física. Todo indica que existía una excepción: Esparta. Las mujeres de la ciudad de Esparta gozaban de una libertad que les permitía realizar una serie de actividades impensables en el resto de Grecia, por ejemplo, practicar deporte. Las mujeres espartanas, desde muy jóvenes ejercitaban sus cuerpos en correr, luchar, lanzar el disco y tirar con arco. Se buscaba que de unas mujeres fuertes y robustas nacieran hijos fuertes y vigorosos y además que pudieran aguantar mejor los partos.
Probablemente en ningún otro periodo histórico ha ocupado el deporte un lugar tan importante en el arte como en la Grecia antigua. A través de la escultura, la pintura y la cerámica se pueden documentar todas las modalidades de la actividad deportiva. Y por otro lado, se construyeron edificios cuyo uso era exclusivamente deportivo.
Para hablar de la pintura griega es necesario hacer referencia a la cerámica, ya que precisamente en la decoración de ánforas, platos y vasijas, cuya comercialización era un negocio muy productivo en la antigua Grecia, fue donde pudo desarrollarse este arte. A diferencia de la escultura, el cuerpo desnudo no es en sí mismo el objeto descriptivo de los pintores ceramistas, el objeto es ante todo puntualmente ilustrativo o descriptivo de escenas. Los temas "de palestra", de entrenamiento de atletas, y de competiciones deportivas genuinamente helénicas van a ser algunos de los predominantes en la cerámica. (Fotografías: © Fideicomisarios del Museo Británico)
El cuerpo humano desnudo es el tema central de la escultura griega.
En los mitos griegos aparecen de vez en cuando mujeres practicando algún tipo de deporte. La deportista por excelencia del mito griego es Atalanta. Pero el artista griego no representa igual a un atleta que a una atleta. A las deportistas no se le representan desnudas. Esto se debe por un lado a que el arte griego generalmente solo representaba desnudo por completo el cuerpo masculino y, por otro lado, a que las mujeres practicaban el deporte vestidas.
Los escultores griegos representaban de forma natural todos los músculos y las formas corporales, mostrando toda la energía del movimiento en sus poses. Fascinados por la sinuosidad de las formas del cuerpo humano, logran ya en la etapa clásica dominio fenomenal del conocimiento de la anatomía. Depositaron en la escultura el concepto de proporción, idealismo y belleza pura de las formas.
Discóbolo de Mirón es una de las más excelsas obras maestras de la historia de la escultura. Fue realizada por Mirón hacia el año 455 a. C. y representa el cuerpo de un atleta en el instante anterior a lanzar un disco. La escultura contiene toda una lección de anatomía deportiva: la torsión del cuerpo es vigorosa aunque al mismo tiempo armoniosa, como el rostro del atleta que no refleja tanto el esfuerzo como una serena concentración. Todo el cuerpo está echado hacia delante para producir con el balanceo posterior el impulso necesario para poder lanzar el disco. © Fideicomisarios del Museo Británico.
Auriga de Delfos. Se realizó, en bronce, en el año 474 a. C., para conmemorar la victoria del tirano Polyzelos de Gela en la carrera de cuadrigas de los Juegos Píticos (los que se celebraban en honor de Apolo en el santuario de Delfos). La figura formaba parte de un grupo más amplio, del que solo quedan fragmentos de cuatro o seis caballos y un pequeño esclavo que se situaría ante ellos. (Foto: CC BY-SA 1.0)
Púgil en reposo, famosa escultura griega creada entre finales del siglo IV a. C. y el siglo II a. C. La escultura representa a un poderoso púgil sentado, descansando después de un combate. Sus muy detallados guantes lo identifican como púgil. Las numerosas heridas en la cabeza del atleta son consistentes con las antiguas técnicas de boxeo, en las que la cabeza era el objetivo principal. Las incrustaciones de cobre, a modo de sangre, aumentan el efecto de dramatismo.
Por otro lado, los griegos crearon edificios para acoger únicamente espectáculos deportivos.
Los estadios estaban destinados a espectáculos de carácter deportivo. Eran de planta rectangular, con gradas que solían estar apoyadas en la falda de una colina. Uno de sus lados terminaba en forma semicircular y el otro en forma recta. Esta era la meta. El más antiguo es el de Olimpia. El estadio Panathinaikos de Atenas fue construido para las Olimpiadas de 1896 y se levantó sobre los restos de un antiguo estadio.
El gimnasio es una de las obras arquitectónicas más importantes de la antigua Grecia. Era una de las instituciones que se dedicaba a la enseñanza física y espiritual. Era un lugar en el cual se entrenaban los competidores de los juegos públicos que se realizaban en Grecia.
Los gimnasios eran amplios espacios arquitectónicos distribuidos en zonas específicas para cada tipo de ejercicio. Estaban compuestos por exedras (construcción descubierta, de planta circular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva), pórticos y variadas dependencias, como una palestra, baños públicos, y zonas para practicar con clima adverso. Se situaban en los márgenes de la ciudad.