El deporte visto desde el arte

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Atletismo

La historia del atletismo puede ser tan antigua como la de la humanidad.
Alrededor de la mitad del siglo XIX, se restauraron las competiciones de atletismo. Las pruebas se convirtieron en el deporte favorito de los ingleses. El seguimiento del atletismo aumentó en Europa y América hasta que en 1896 se iniciaron en Atenas los Juegos Olímpicos de la era moderna, donde por supuesto, el atletismo figuró entre las pruebas.
Desde los años 1980, el atletismo se hace cada vez más universal y sigue la evolución geopolítica mundial. Hoy en día, el atletismo es el deporte competitivo más universal.
El atletismo ha sido de entre todas las disciplinas deportivas una de las más representadas por los artistas contemporáneos.

Umberto Boccioni,  teórico y principal exponente del movimiento futurista, retrata en su obra más famosa, Formas Únicas de Continuidad en el Espacio (1913), la velocidad y el movimiento, principales características del futurismo.

Nicolas de Lekuona. Los fotomontajes de Lekuona constituyen la parte más cautivadora de su trabajo. En ellos aparece su talento como fotógrafo, artista y poeta. La mayor parte de ellos los realiza entre 1932 y 1935. Descontextualiza y asocia los objetos de manera libre más cerca de los surrealistas que de los dadaístas, cubistas o cualquier otra vanguardia. Destacan los trabajos de carácter más lúdico y esteticista relacionados con la mujer y el deporte.

El estadounidense Thomas Eakins (1844-1916) combinó en parte de su obra su pasión por el deporte con el estudio del cuerpo en movimiento. Un ejemplo de esto lo encontramos en Estudio de movimiento: historia de un salto, 1885. El fotógrafo internacional Paolo Gioli rinde homenaje al pintor estadounidense Thomas Eakins por sus estudios fotográficos sobre el movimiento en obras como L'uomo di Eakins nella camera del vento o Dentro la ruota di Eakins, de 1982. 

Robert Delaunay pinta la serie Los Corredores. Esta serie estuvo motiva por el ambiente deportivo que se respiraba en Francia en 1924. París había obtenido el encargo de organizar los juegos de la VII Olimpiada.  Fuente: Balius i Juli en su artículo "De la abstracción a la figuración a través del deporte".

El atleta cósmico se trata de una pintura que el Comité Olímpico Español (COE) encargó a Salvador Dalí para su exhibición durante la Olimpiada de México de 1968.

Hans Erni en Paso de testigo (1995) homenajea a la belleza del cuerpo humano desnudo en movimiento.

Jordi Alumà, el artista que mundialmente ha consagrado más producción deportiva, singularmente al olimpismo, evoca al atletismo en sus diferentes Series Olímpicas.

Antonio de Felipe, considerado como el máximo representante actual del pop art español, reinventa obras consagradas mediante la inclusión de nuevos elementos y guiños humorísticos o irónicos dotando a su arte de dobles sentidos y múltiples lecturas.