ARTIUM (2002-2012): Memoria gráfica y documental
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Medianoche en la ciudad
29/01/2011 > 27/03/2011 (Sala Norte)
Comisario: José Miguel G. Cortés
Artistas: José Miguel G. Cortés, Julio Cortázar, Roberto Bolaño, Klaus Mann, Bret Easton Ellis, Djuna Barnes, John Rechy, Haruki Murakami, Malcolm Lowry, Louis Ferdinand Céline, Ignasi Aballí, Juan Pablo Ballester, Jean Marc Bustamante, Carles Congost, Gregory Crewdson, Ergin Çavusoglu, Alicia Framis, Carlos Garaicoa, Carmela García, Nan Goldin, Félix González Torres, Carlos Pazos, Azucena Vieites, Massimo Vitali, Begoña Zubero, Joan Nogué, Manuel Segade, Walter Benjamin
Actividades relacionadas con la exposición: conferencia I
La ciudad no debe ser leída tan solo como una situación espacial, sino también como un acontecimiento temporal en el que se suceden las más diversas experiencias urbanas. El deseo de esta exposición es tratar de encontrar, de adivinar, de qué modo la noche –como un espacio/tiempo determinado y diferenciado de los demás– es generadora de un nuevo imaginario urbano con sus códigos, sus experiencias y sus fronteras más o menos específicas. En otras palabras, se trata de averiguar de qué modo la noche modifica la percepción y las experiencias de la ciudad, redibuja su geografía y reconstruye sus diferentes metáforas. La noche entendida como un conjunto de horas en el que se amplía la imaginación y nos sentimos más receptivos a percepciones y sensaciones que (desde la oscuridad reinante y lejos del fragor del día) no podemos captar tan solo con la visión. El paisaje nocturno de las ciudades no es un mero lapsus para preparar o esperar el nuevo día que se avecina, al contrario, durante la noche se practican nuevas capacidades, se crean diferentes situaciones y se ponen en marcha itinerarios que durante el día ni se conocen ni se contemplan.
En algún sentido y a primera vista, el día (cuando todo está abierto, las calles se ven llenas de gente y la luz solar inunda la ciudad) parece más múltiple, variado y policromo que la noche, donde la oscuridad parece dotar de un sentido más monocromo a las posibilidades a llevar a cabo, pues los colores tienden a desaparecer y se perciben mal las formas y los relieves. Sin embargo, al anochecer, con la caída de las persianas metálicas de las empresas, el cierre de los comercios y la clausura de los centros públicos, la ciudad muta, adquiere nuevos rostros y conforma diferentes paisajes, que no todo el mundo conoce o desea conocer; algunos de ellos, incluso, permanecen inexplorados para la gran mayoría de la población. Desde los disturbios ciudadanos más violentos o las actitudes personales más agresivas, hasta las poéticas más sugerentes o las atmósferas más joviales y las fiestas más radicales, pasando por los trabajos más prosaicos, la noche en la ciudad es un escenario rico y polivalente, un espacio público difícil de calificar o encorsetar, en el que todo parece tener un carácter más frágil y efímero, lo cual le dota de un aura especialmente sugerente. Los recorridos, las situaciones, los comportamientos, las actitudes y las expectativas que generan las experiencias nocturnas pueden llevarnos a descubrimientos inesperados.
Documentación asociada a la exposición