
Balzac, una vida entregada a la pasión
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Honoré de Balzac (1799-1850)

Honoré de Balzac nació en Tours, Francia, el 20 de mayo de 1799. Su infancia transcurre en el seno de una familia burguesa con la que no mantuvo buena relación. Su padre fue secretario del Consejo del Rey durante el Antiguo Régimen y su madre provenía de una familia de comerciantes. Su infancia transcurre entre los avatares históricos que marcaron al pueblo francés, un período definido por el Imperio Napoleónico. Respecto a la relación que mantuvo con su madre, Balzac afirmó: “...en cuanto fui echado al mundo, me dieron a criar en casa de un gendarme, donde permanecí hasta la edad de los cuatro años [...] cuando mi madre me llevo a vivir con ella, me hizo la vida tan dura que a los dieciocho en 1817, abandoné la casa paterna y me instalé en un desván llevando la vida que he descrito en Piel de zarpa...”. A pesar de los continuos reproches hacia su madre, historiadores e investigadores sobre su biografía han ahondado en la relación que mantuvo con su progenitora, afirmando que la madre del joven Honoré era un “ser amoroso” y que las acusaciones de su hijo hacia ella no se correspondían con la realidad. Retratos del padre y madre de Honoré de Balzac.
Con tan solo diecisiete años se instala en Francia donde cursó sus estudios en el Colegio de Vendôme, escuela en la que destacó por su facilidad de distracción. Cabe destacar un tratado que realizó siendo muy joven durante su estancia en dicho colegio y que los profesores, al descubrirlo, quemaron. Su formación la completó en La Sorbona, lugar en el que estudia derecho por expreso deseo de su padre. Sus primeros trabajos no hicieron sino acentuar su deseo de escribir, y en contra de la opinión paternal y tras abandonar su trabajo como pasante de un notario decidió probar suerte en el mundo de la literatura. Sus padres le alquilaron, durante un periodo de prueba de dos años, un pequeño estudio en la Bastilla acompañado de una mísera paga anual de sesenta francos.
Sus primeros intentos por triunfar como escritor no dieron resultado y obras como Cromwell, un drama en verso, o Sténie, novela filosófica, le conducen al fracaso absoluto, por ello, decide dedicarse al periodismo y a la redacción de novelas populares de corte romántico, gracias a las cuales consigue sobrevivir. Durante este período todo lo que publica lo hace bajo seudónimo. A partir de 1821 entra en contacto con Auguste Lepoitevin. Entablar amistad con éste supone iniciar un período caracterizado por la redacción de novelas comerciales que firmará con seudónimos diversos.
Cabe reseñar que el período más pobre de toda su vida viene acotado por los años 1822 y 1829, siete años en los que vivió en la más absoluta pobreza, sus novelas melodramáticas y sus obras teatrales de carácter trágico marcarán este período en el que el escritor no obtuvo ningún reconocimiento. Su intento por convertirse en editor lo arrojó a un mar de deudas que tuvo que afrontar durante toda su vida. Durante este periodo contó con la ayuda de Madame de Berny con la que mantuvo una relación y con la que pudo conocer el mundo parisino de la época. De fracaso en fracaso, así vivió Balzac su ilusión por llegar a convertirse en un escritor de éxito. A pesar de la lamentable situación económica que vivió, provocada por la falta de éxito, por su gusto por el derroche y el coleccionismo de arte, no perdió la esperanza y será en 1829 con la obra El último chuán, obra que firmó con su nombre y con la que se inició una etapa que le aportó el prestigio que merecía. En esta ocasión recuerda a un amigo de su padre el general barón de Pommereul.
En 1829 consiguió publicar la obra que le catapultaría al éxito titulada Fisiología del matrimonio, a ésta le suceden una serie de obras a lo largo de toda la década de los años treinta y cuarenta:
1830
Escenas de la vida privada.
Adiós
El baile de Sceaux.
1831
La piel de zarpa.
La obra maestra desconocida.
1832
El Coronel Chabert.
El cura de Tours.
La historia intelectual de Louis Lambert.
1833
El médico de aldea.
Eugenia Grandet.
1834
La búsqueda de lo absoluto.
Papá Goriot.
1835-1836
El lirio del valle.
La muchacha de los ojos de oro.
1936
La misa del ateo.
1832-1837
Cuentos libertinos.
1837
Grandeza y decadencia de César Birotteau.
1837-1843
Las ilusiones perdidas.
1839
Vautrin.
1842
Los recursos de Quinola.
1846
La prima Bette.
1839-1847
Esplendores y miserias de las cortesanas.
1847
El primo Pons.
Con su impresionante capacidad y actividad creadora Balzac abrazó casi todas las formas de redacción conocidas que van desde la novela, teatro, ensayos, tratados a una copiosa y sentida correspondencia.
En 1834 decide reunir todas sus obras en la que se conocería como La Comedia Humana, que debería haber estado compuesta por 137 obras queda inacabada ya que tan solo finalizó 85, en ésta Balzac presenta la variedad que existía en la sociedad francesa del momento diferenciando todas sus “especies humanas”. Su pretensión última era la de mostrar los diferentes tipos humanos creados por la vida social llevando al ámbito literario lo que Buffon realizó en el de las ciencias naturales. Como él mismo llegó a mencionar con esta obra se propuso hacerle la competencia “al registro civil”. Esta gran recopilación se estructuró en tres partes: Estudios de costumbres, Estudios filosóficos y Estudios analíticos. Gracias a esta compilación es posible tener una visión de la sociedad francesa en plena Restauración.
Se debe reconocer que la obra de Balzac está marcada por el diferente trato que concede en sus descripciones a sus protagonistas, así, trata con especial desprecio a la clase a la que pertenecía mientras que frente a la figura del burgués intrigante y egoísta ensalzaba la figura de los protagonistas de obras como El párroco de Tours, El coronel Chabert y El médico rural.
En cuanto a este período y su relación con las mujeres decir que mantuvo contacto por carta con Eveline Hanska una condesa polaca, quien prometió a Balzac matrimonio tras la muerte de su esposo, pero a pesar de que éste falleció en 1841. Eveline y Balzac no contrajeron matrimonio hasta nueve años más tarde. El enlace que se celebró en marzo de 1850 tuvo un trágico desenlace que ya pocos meses después Balzac murió, concretamente el 18 de agosto de 1850. La correspondencia que mantuvo con ésta quedó recogida en su obra Cartas a la extranjera. Cabe mencionar también que hasta su casamiento con la condesa mantuvo relaciones esporádicas con otras amantes. En lo profesional sus últimos días estuvieron marcados por la presidencia que ostentó en la Société des Gens de Lettres. Su cuerpo descansa en el cementerio de Pére Lachaise, Víctor Hugo fue quien realizó el discurso fúnebre.