Agustín Fernández Mallo

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Biografía

 

Agustín Fernández Mallo nace en 1967 en La Coruña. Es el pequeño de cuatro hermanos y único varón, lo que, según él, le permitió centrar su atención en los pequeños detalles aparentemente intrascendentes. Su interés por la ciencia lo mostró desde niño, cuando ya leía estudios sobre teorías científicas. Es licenciado en Ciencias Físicas, formación que se presupone a cualquiera que, como este autor, tenga predilección por los fenómenos naturales. Actualmente, sigue vinculado profesionalmente a las ciencias, donde investiga en el campo de las radiaciones nucleares con fines médicos en un hospital gallego.

Esta faceta de científico es poco común entre los escritores, aunque tenemos alguno sobresaliente salido de sus filas, como Ernesto Sábato. Esta formación científica quizás haya repercutido en su particular visión y concepción literaria. El apego al mundo natural se refleja en muchos de sus artículos de opinión, donde habla de ciencia en relación con la gente de a pie, cómo se banaliza y se vende el conocimiento, hasta desnaturalizarlo de tal modo que deja de serlo. Se convierte en simple información que se emplea, comunica y transforma libremente.

Afincado en Palma de Mallorca, se le considera el fundador de la Generación Nocilla, a raíz de la publicación de su Nocilla Dream, primera de una trilogía acabada en 2009. También forman parte de este grupo escritores, con lazos de amistad entre ellos, como Jorge Carrión, Eloy Fernández Porta, Vicente Luis Mora o Juan Francisco Ferré. Tras la aparición de la antología Mutantes, se comenzó a aplicar para todos ellos el nuevo término de Generación Mutante. Otro apelativo que están recibiendo es el de Generación AfterPop.

A él también se le debe el término poesía pospoética, acuñado en 2000 tras la edición de su ensayo Postpoesía, donde se intentan buscar conexiones entre el arte y la ciencia. Es esta obra la que hace aglutinarse a estos escritores que, aunque no comparten unos presupuestos estéticos comunes, sí les distingue una actitud común ante el mercado editorial y una tendencia a unir literatura y ciencia. Como Mallo indica en su Nocilla Experience, “crear artefactos híbridos entre la ciencia y lo que tradicionalmente llamamos literatura”.

Agustín Fernández Mallo.En su aún corta pero intensa carrera, ha sido autor de obras como Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus, Creta Lateral Travelling, o el poemario-performance Joan Fontaine Odisea (mi deconstrucción). Sin embargo, es la trilogía Nocilla con la que se ha dado a conocer más ampliamente entre el público: Nocilla Dream (Cendaya, 2006), Nocilla Experience (Alfaguara, 2008) y Nocilla Lab (Alfaguara, 2009). En esta última entrega se completa con una historia gráfica debida al dibujante Pere Joan.

En su haber tiene varios galardones. En 2007 gana el Premio Ciudad de Burgos de Poesía por su libro Carne de píxel, siendo su obra Postpoesía, Hacia un nuevo paradigma, finalista del Premio de Ensayo Anagrama. Así mismo, ha recibido alta estima en algunos medios, como en la revista Quimera, que consideró Nocilla Dream la mejor novela de ese año en lengua castellana. También el suplemento El Cultural, del periódico El Mundo, la calificó como una de las diez mejores novelas de 2006.

Su actividad como escritor se extiende a la prensa, colaborando con diarios como El País o revistas culturales como Lateral, Contrastes, La Bolsa de Pipas, Anónima o La fábrica. Incluso, impulsó y dirigió junto a otros la revista de creación contemporánea Casatomada [revista diletante del arte laxo].

Cartel de las jornadas, celebradas en 2010, acerca de la presencia de Agustín Fernández Mallo entre la vanguardia española en Buenos Aires.En el Centro Cultural de España en Buenos Aires se celebró en julio de 2010 el simposio Literatura Mutante, con la participación del escritor, para analizar el nuevo movimiento que emerge a principios de este siglo XXI, caracterizado por su relación con la ciencia y las nuevas tecnologías.

Esta conciencia de grupo comienza a fraguarse con la publicación de una antología, Mutantes, editada por el escritor español Juan Francisco Ferrer y el crítico peruano Julio Ortega y que seleccionan a muchos de estos jóvenes autores con un marcado interés por la forma, el ironía, el inconformismo, el gusto por la cita y las referencias a la literatura y cine americanos.

Esta nueva corriente, heterodoxa por naturaleza, ha recibido diferentes nombres, como “afterpop”, atribuido a la brecha abierta por Eloy Fernández Porta, la “literatura pangeica” de Vicente Luis Mora o la “postpoesía” de Agustín Fernández Mallo. En esta antología se incluían, además de los citados, Isaac Rosa, Mercedes Cebrián, Germán Sierra, Robert Juan Cantavella, Manuel Vilas, o Jorge Carrión.