Obra

Pablo Alonso pinta tanto interiores como exteriores, sin renunciar a retratos de vivo colorido que evocan fotografías tomadas de un modo casual. El resultado es un tanto fotográfico, como si fueran instantáneas tomadas accidentalmente, de modo que al moverse, el motivo quedara desenfocado y en ocasiones también sobreexpuesto.

Alonso emplea, junto con un leve esbozo pictórico, la técnica de la aerografía, que le permite pintar sobre variados soportes, aunque sobre todo utiliza la madera, el plástico y el aluminio, con lo que consigue un acabado pulido y luminoso para sus obras. Además transmite una sensación de rapidez, inmediatez, que no es sino un reflejo de la propia celeridad del mundo de noticias que forman parte de la temática de su obra.

Sin embargo, en sus trabajos más recientes, apenas queda rastro de las técnicas anteriores, realiza grandes lienzos en blanco y negro, con una total ausencia de color, pintados a rotulador con trazos rotundos y directos, aunque sin renunciar al aerógrafo. Abandona los exteriores, todo se reduce a un espacio interior, pero que ha sido invadido por el exterior: helicópteros, soldados combatiendo, incluso turistas que invaden el espacio interior. Ajeno a todo esto se sitúa el artista, concentrado en su propio trabajo, y dando la espalda a cuanto acontece en su propio estudio e incluso al espectador.