
Eduardo Chillida
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Las primeras obras
Tras abandonar los estudios de arquitectura, Eduardo Chillida asistió a clases de dibujo y comenzó a esculpir en hierro. Sin embargo, será en 1948, durante su estancia en París, cuando su obra comience a tomar cuerpo definitivamente, siempre de forma autodidacta, pues ya entonces se mostraba contrario a que los artisas acudiesen a academias para formarse.
En París, impresionado por las esculturas griegas arcaicas del Louvre, empieza a crear esculturas en yeso marcadas por la sencillez y la claridad de volúmenes. A la influencia del arte helénico se sumará también la de figuras como Henry Moore, el escultor británico cuyo tratamiento del espacio, la masa y el volumen nunca olvidará Chillida.
Será en 1949 cuando realice su primera escultura conocida, Torso femenino, elegida por Louis G. Clayeux para participar, junto a Metamorfosis, en la exposición Les mains éblouies celebrada en la Galería Maeght de París en 1950.