En plena dictadura franquista y ante la situación de aislamiento cultural que estaba viviendo el país, un grupo de artistas vascos con Jorge Oteiza a la cabeza emprendieron una “aventura artística” para romper con esos obstáculos y establecer de nuevo vínculos con el exterior. Desde 1960 determinados personajes como Oteiza o Ibarrola, conocedores también de las renovaciones ideológicas propuestas por el grupo Estampa Popular cuestionaban la oficialidad artística existente, lo que llevó finalmente al primero de ellos a proponer la creación de los grupos Gaur en Guipúzcoa, Emen en Vizcaya, Orain en Álava y Danok en Navarra.
Nace así el Grupo Gaur del que formarían parte ocho artistas: Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Remigio Mendiburu, Rafael Ruiz Balerdi, Amable Arias, José Antonio Sistiaga, Néstor Basterretxea y José Luis Zumeta.
Un grupo que nació con la intención de recuperar el diálogo y la relación con la vanguardia internacional y que acabó convirtiéndose en el pionero en muchos aspectos artísticos y en punto de referencia a escala internacional de la actividad artística vasca del momento.
Fue el 28 de abril de 1966 cuando este colectivo celebró su primera exposición en la Galería Barandiarán, productora de Arte Compuesto, de San Sebastián, el mismo año en que publicó también su manifiesto.
Su actividad continuaría hasta 1969 con la celebración de varias exposiciones en pueblos guipuzcoanos y ciudades próximas. Sin embargo, debido en gran parte al duro enfrentamiento nacido entre dos de sus componentes, Chillida y Oteiza, el grupo se disolvió. Así recuerda Chillida su pertenencia a este colectivo: “Yo estuve en el grupo Gaur, pero no ejerció una influencia sobre mí. Nunca he considerado que sea una buena idea la asociación de artistas entre sí, a veces nada similares. Entonces yo tomé aquello como un bloque de los artistas para defender determinadas cuestiones”.