¿Qué son los caligramas?

Los caligramas son poemas cuyo texto adopta la forma del objeto del que está hablando. Tradicionalmente, y dado su carácter discursivo, se ha considerado a los caligramas como una forma poética “curiosa”. Fue el escritor francés Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 – París, 1918) [+info], representante del cubismo literario, quien popularizó esta figura poética a comienzos del s. XX, en un intento por innovar en la creación literaria que le trajo reconocimiento internacional. En 1918 publicó una colección de poemas titulada Calligrammes, Poèmes de la paix et de la guerre 1913-1916, que incluía diversos poemas que representaban visualmente el tema del que trataban.

Guillaume Apollinaire. Caligrama. Cheval.Guillaume Apollinaire. Caligrama. Poème du 9 février 1915.

En la literatura en español, cabe destacar los caligramas del poeta chileno Vicente Huidobro (Santiago de Chile, 1893 – Cartagena, Chile, 1948). Considerado uno de los padres del creacionismo, abogaba por que los escritores creasen su propio mundo imaginario. Su primer caligrama, Triángulo armónico, vio la luz en 1912 en la revista Musa joven, y, a partir de esta fecha, comenzó una etapa de experimentación que le llevó a crear obras completamente innovadoras y de gran belleza, de forma casi paralela a Apollinaire.

Vicente Huidobro. Triángulo armónico, 1913.Vicente Huidobro. Paysage, 1917.

 

Publio Optaciano Porfirio. Laberinto IX.Echando la vista atrás, podemos encontrar caligramas ya en la antigua Grecia, pensados para escribirse encima de objetos que luego se obsequiaban. Encontramos por ejemplo al poeta Simmias de Rodas [+info], que vivió en Grecia alrededor del año 300 a. C. Tres de sus creaciones han llegado hasta nuestros días: Hacha, Huevo y Alas. De hecho, los caligramas también están presentes en la cultura árabe y hebrea.

Los escritores latinos conocieron la labor de los poetas griegos, e incorporaron estas figuras a su tradición literaria. En la Roma clásica fueron muy populares, entre otras creaciones visuales, los carmina figurata, poemas que representaban imágenes; o laberintos, sopas de letras que incluían en ellas mensajes, destacados muchas veces en negrita o con una tipografía diferenciada del resto.

Durante la Edad Media hubo autores que continuaron con la tradición de los poemas visuales clásicos, principalmente de temática religiosa. Abundan en esta época los laberintos, aunque también podemos encontrar jeroglíficos, discos, o poemas adoptando figuras geométricas. Estos poemas incluyen básicamente mensajes de alabanza a la religión cristiana, que pueden leerse de izquierda a derecha, y, en ocasiones, también en otras direcciones. Muchos de estos laberintos colocan imágenes encima de las letras, destacando de esta forma mensajes dentro del texto general. Posibilitaba esto dos niveles de lectura: los lectores eruditos podían acceder a todos los mensajes ocultos en el laberinto, mientras que los iletrados podían reconocer la grandeza de la religión católica mediante los dibujos que contenían.

Rabano Mauro. De laudibus Sanctae Crucis, 815.Rabano Mauro. De laudibus Sanctae Crucis, 815.

La renovación cultural y científica que trajo consigo el Renacimiento, promulgando los valores de la cultura clásica, alcanza también al mundo de la literatura. Resurgen con fuerza los carmina figurata, que imitaban en lenguas vernáculas los caligramas griegos y romanos. Cabe destacar la figura del preceptor y escritor francés Jacques Cellier, autor del libro Recherches de plusieurs singularités de François Merlin [+info], que incluye, además de dibujos arquitectónicos, ilustraciones sobre astronomía y anotaciones musicales, veinte intrincados caligramas con textos en prosa, prácticamente ilegibles.

En esta época resurgen los laberintos, imitando estas composiciones medievales. También nacen los emblemas o divisas, que incluían símbolos de alabanza religiosos o a las personas que estaban en el poder.

Jacques Cellier. Caligrama. Recherches de plusieurs singularités de Francois Merlin, 1583-1587.Jacques Cellier. Caligrama. Recherches de plusieurs singularités de Francois Merlin, 1583-1587.

Anónimo. Soneto acróstico dedicado a Carlos II, 1685.