Written Portrait

Del 4 de diciembre al 22 de febrero del 2009.

La exposición Written Portrait (retrato escrito) es un viaje al mundo creativo de Patti Smith, una especie de retrato sui géneris de su espacio mental, ámbito en el que metafóricamente se abren varias ventanas –como en la propia sala del museo–, por las que fluye una fuerza creativa especial que se expresa a través de formas diferentes pero conectadas entre sí. Y es que el potencial artístico de Patti Smith se construye, en parte, mediante la palabra –cantada, escrita, dibujada o evocada–, a través de los diferentes medios creativos de los que se vale para comunicarse con la gente, su objetivo último.

La artista de Chicago se inicia en las artes plásticas, concretamente el dibujo, siendo muy joven, en la década de los sesenta. No obstante, atraída por otras formas de expresión, Patti Smith abandona –sólo temporalmente– el empleo del dibujo en favor de la escritura poética, llevada en parte por la admiración hacia poetas como Arthur Rimbaud. Sin embargo, tras la publicación de su primer álbum Horses en 1975, la música es el vehículo creativo que le permite ganar fama internacional, ostentar el título de icono del punk rock, y manifestar su lado más comprometido y activista. A lo largo de los años, estas tres disciplinas conviven solapada o alternadamente, y de un modo u otro, se retroalimentan.

La exposición toma como eje central su obra plástica: un conjunto de dibujos que datan desde los años sesenta hasta la actualidad y una serie de fotografías realizadas con una cámara polaroid, que la artista ha venido utilizando en los últimos tiempos. Cobran especial protagonismo la serie del 11 de septiembre, realizada tras el atentado de las Torres Gemelas, y las fotografías que la artista ha realizado para la exposición de ARTIUM en Vitoria y otros lugares de Euskadi.

La muestra también incluye un escenario simbólico, que hace las veces de área de documentación, y una selección de portadas de LPs y singles del momento, así como los libros que ha publicado en las tres últimas décadas. Por último, un retrato a fondo de Patti Smith y su mundo se puede ver en Dream of Life, película del director Steven Sebring, que durante once años ha colaborado con la artista para su realización. La película se completa con una serie de fotos de los objetos personales de Patti Smith tomadas por el propio director.

 

Textos

Laura Fernández Orgaz

Del origen a la forma: diario del proyecto sobre Patti Smith.


Raramente el texto de un catálogo recoge los momentos que se viven a lo largo del proceso de desarrollo de una exposición. Este proceso, que se puede comparar a un viaje con un destino concreto pero con múltiples itinerarios, puede durar uno, dos o más años, y está sujeto a acontecimientos diversos. El camino que se recorre en este tiempo, aunque desconocido de puertas afuera, va configurando el resultado final del proyecto.


Desde que una exposición se gesta sobre la mesa de reuniones del despacho de la dirección de un museo, hasta que por fin se hace tangible, ve la luz, y el público la visita, ocurren infinidad de cosas que pueden afectar al concepto del proyecto en sí mismo, a la selección de los artistas y la relación con ellos, al conjunto de obras elegidas, al diseño de la sala, al formato de la publicación, al presupuesto… En ocasiones algunos de estos hechos son inesperados, otras previsibles y nada reseñables; a veces emocionantes y enriquecedores, otras absolutamente frustrantes….y, con todo, la exposición siempre se inaugura, y el público la visita sin tener idea de todo lo que ha habido detrás.


Sean como sean, y llevados por la discreción o simplemente por que no se considera interesante, las situaciones que rodean al desarrollo y ejecución de una exposición pasan al olvido (o a la memoria personal de quien las vive) y nunca se dan a conocer a los visitantes del museo o a los lectores de una publicación. ¿Pero, qué pasaría si destacamos el interés de este proceso, abrimos «las puertas» y damos a conocer parte de lo ocurre tras las bambalinas de una exposición…?


Esta es la intención de esta especie de diario que recoge mi experiencia vivida en un período de casi dos años en torno a la exposición de Patti Smith. Un documento personal, cuya lectura permitirá recorrer parte del camino realizado por mí y otras personas –compañeros y varios amigos– que me han acompañado en algunos de estos momentos. Notas escritas en cuadernos y papeles sueltos, mi agenda Outlook, la página web de la artista, algunas fotos y mi propia memoria, revelan las diferentes etapas que ha vivido el proyecto y su contenido, incluidos los encuentros con Patti Smith, ciertas impresiones artísticas y algunas anécdotas. Todo ello descubrirá a quien se lo lea cómo el proceso de desarrollo de cualquier exposición está en constante evolución y sujeto a cambios casi hasta el día de su apertura. Espero que nadie interprete este voluble devenir como ineficacia o desorganización; la cuestión es que por mucho que uno se empeñe hay una serie de elementos y factores que no son controlables al cien por cien. Probablemente esta pequeña dosis de «descontrol» es lo que hace que este trabajo sea tan atractivo.


Y, ¿por qué un diario sobre la exposición de esta artista y no de otra? La idea de hacer un diario sobre el proceso de una exposición ya había surgido en alguna conversación informal entre nosotros y, sin embargo, nunca nos habíamos decidido a hacerlo. Ciertamente, cualquier proyecto tiene en su desarrollo detalles interesantes, dignos de ser contados pero, como todos sabemos y no podemos obviar, Patti Smith es más que una artista visual con un trabajo plástico relevante y de interés, con calidad y digno de ser expuesto en ARTIUM o en otros museos como la Fundación Cartier de París o el Andy Warhol Museum de Pittsburgh. Patti Smith es una profesional de la música desde hace décadas y, además, todo un mito capaz de despertar pasiones entre los aficionados al rock, provocar desvelos a los mitómanos y evocar un aura de misterio y admiración, tanto en los escenarios como fuera de ellos. Además de esto, podríamos definirla cómo una artista total, pues su registro creativo es riquísimo –música, poesía, artes plásticas–, y como una persona comprometida social y políticamente. Y no hay que olvidar que esto afecta a su apretadísima agenda, plagada de conciertos, recitales poéticos, colaboraciones con otros artistas, exposiciones, etc.


Todos estos elementos, de un modo u otro, han tenido su influencia en el desarrollo de la exposición y también en parte de sus contenidos. Precisamente por esto, el proyecto ha sido diferente a otros de los habidos en ARTIUM, y por su propia singularidad ha dado lugar a vivencias más interesantes de lo habitual, además de habernos otorgado el privilegio de haber trabajado con ella directamente. Todo un lujo.


Las páginas siguientes comienzan en el momento en el que se decide programar la exposición, es decir en su origen, y acaban dos meses antes de su inauguración –justo cuando ya casi ha adquirido su forma–, dado que el texto debía entregarse a Mikel Garay, el diseñador del catálogo, para que pudiera estar impreso en el momento de la inauguración.


El resultado final de la exposición a 1 de octubre de 2008, día fijado para la entrega de este texto, aún podría variar. Quién sabe…


Laura Fernández Orgaz


3 diciembre 2006


La galería Robert Miller de Nueva York, con quien estamos colaborando en otro proyecto expositivo, me envía un e-mail publicitario sobre la exposición de Patti Smith. El e-mail me llama la atención y decido entrar. Me sorprende saber que Patti Smith, cuyo disco Horses escuchaba junto a mi hermano Luis cuando tenía unos 13 años, era también artista plástica. No lo sabía.


Descubro que Patti Smith hace fotografías en blanco y negro con una polaroid Land 250. Me despierta mucha curiosidad, indago un poco más y me encuentro con una serie de dibujos que la artista venía haciendo desde los sesenta. Son dibujos sutiles, algunos muy delicados, otros expresionistas; unos tienen una caligrafía preciosista con reminiscencias árabes, otros parecen abstractos, los más antiguos tienen un aire infantil... Los primeros nombres que me vienen a la cabeza al observarlos son Cy Twombly o De Kooning, e incluso ciertos poetas que hacían dibujos en sus manuscritos, como García Lorca (salvando las distancias).


Este tipo de trabajo se contrapone por completo a la imagen de cantante dura y rebelde que yo guardaba de ella en mi adolescencia, y a la que, de un modo u otro, muchas nos queríamos parecer.


7 diciembre 2006


Reunión de programación de exposiciones con Kike, el conservador de exposiciones, y Javier González de Durana, el entonces director de ARTIUM. Comento la idea de mi hallazgo sobre el trabajo de Patti Smith y les enseño imágenes. Planteo la posibilidad de organizar una exposición de su obra, que nunca se ha visto en España. Además, argumento que Patti Smith encaja en una parte de la programación relacionada con artistas mujeres, que se han venido haciendo desde la inauguración del museo: Orlan, Marina Abramovic, Naia del Castillo, Hannah Wilke, Maider López, Jana Sterbak o Patricia Piccinini. Todas ellas son artistas con trabajos muy diferentes entre sí, pero con un mundo artístico muy interesante y personal. Unas consideradas feministas, otras no, pero todas, al igual que Patti Smith, con una aportación creativa destacable; además de valientes y fieles a sus ideas y compromisos.


El paso siguiente es contactar con su galería para manifestar nuestro interés y saber si la artista quiere trabajar con ARTIUM. Así lo hago.


13 enero 2007


Viaje a Nueva York con motivo de otro proyecto.


Aprovecho para citarme por primera vez con Royce Howes, la persona que gestiona la obra de Patti Smith en la galeria Robert Miller. Un profesional paciente (sobre todo conmigo) y eficaz. Por primera vez veo la obra en directo: fotografías y algunos dibujos. No me defrauda. La fotografía en blanco y negro es intimista, muy evocadora, con un aire melancólico. Hay numerosas referencias literarias a artistas y escritores que ella admira (Arthur Rimbaud, William Blake, Antonin Artaud, Virginia Wolf…), objetos cargados de memorias personales, lugares… En el catálogo de su última exposición, Patti Smith afirma no ser fotógrafa, sin embargo, hacer fotos le ha dado un gran sentido de unidad y satisfacción personal. Son reliquias de su vida, souvenirs de sus andanzas. 1


Estamos en la galería y Royce me pide que espere un rato, porque tiene intención de llamar a Patti por teléfono para comunicarle nuestra propuesta y preguntarle si está interesada en hacer una exposición en ARTIUM. En ese momento siento un poco de inquietud, es como estar en un examen del colegio para el que no has estudiado mucho. Seguro que no sabe lo que es ARTIUM y ni le suena Vitoria. ¿Aceptará?


Royce habla finalmente con Patti y las palabras textuales que él me transmite son: «she would be more than thrilled». Examen aprobado. Empieza el viaje.


5 febrero 2007


Reunión: hay que concretar rápidamente la fecha de la inauguración, porque Patti Smith tiene programada otra exposición en la primavera del 2008 en la Fundación Cartier de París. Es importante no coincidir para poder disponer de ciertas obras –como las de la serie 9/11, realizada después del atentado de las Torres Gemelas–, que desde el principio tengo claro que tienen que estar. En principio pensamos que fuera en verano, pero finalmente se decide que la exposición tenga lugar en octubre del 2008.


26 abril 2007


70 aniversario del bombardeo de Guernica.


Patti Smith incorpora en su página web una referencia a ello y adjunta la crónica completa de George Steer, el primer reportero que, dos días después, difundió la noticia en el diario británico The Times. En el museo se conmemora esta fecha con la inauguración de Falluyah, una instalación del artista iraní Siah Armajani.


Marzo-mayo 2007


Desde la primera reunión, y dado que Patti Smith tiene un mundo creativo tan amplio, visualizo el proyecto en una exposición en la que se integren tres medios creativos: artes plásticas, música y poesía. La columna vertebral sería la parte visual. Precisamente en ARTIUM nunca hemos expuesto a un artista con tan amplio registro, y por eso me imagino una selección de sus dibujos y fotografías, conviviendo con una serie de poesías en las paredes y con un bloque de sus canciones más significativas, que se puedan escuchar en auriculares o cualquier otro dispositivo distribuido por la exposición. Como primera idea me viene a la cabeza una escenografía underground para la exposición: colores oscuros, muros sin repintar y sucios. Pienso en el CGBG y ese tipo de clubs alternativos, donde Patti comenzó su carrera musical en los setenta.


Con esta idea en mente, comienzo a solicitar en la Biblioteca del museo todo el material que tenga que ver con ella: sus libros de poesía, su discografía y los catálogos editados hasta la fecha. Stella, una eficaz becaria de investigación en el museo, supone una gran ayuda en esta fase. Según va pasando el tiempo, recibo el material y lo voy leyendo, descubro con sorpresa que los catálogos sobre su obra son escasísimos y hay tan solo unos pocos artículos en revistas especializadas. La mayor parte de la bibliografía existente tiene que ver con su música y los libros de poesía que ha ido editando en estos años.


Patti Smith ha mostrado su trabajo periódicamente en su galería desde los años setenta, sin embargo, las exposiciones en museos no han tenido lugar hasta hace pocos años. Todo esto me reafirma en el interés de exponerla en España, donde es muy conocida como mito de la música, pero donde creo que poca gente sabe que tiene más de una docena de libros de poesía publicados, y se ignora por completo su trabajo plástico. Es interesante dar a conocer el dato de que Patti, antes de comenzar su carrera musical, inició su faceta creativa a través del dibujo. Como ella misma afirma, «Soy cantante pero eso no es lo más importante. Empecé explorando las artes visuales en 1967. Y mi primer disco lo grabé en 1975».2


1 junio 2007


Concierto de Patti Smith en San Sebastián.


Es la primera vez que voy a un concierto de Patti Smith.
Voy con Gari, un amigo músico que confiesa no ser muy fan de Patti Smith, pero como profesional y amante de la música aprecia la posibilidad de verla en directo. Comenta que nunca le ha apasionado su música, entre otras cosas, porque solo tiene tres acordes y le parece demasiado fácil. Yo no me atrevo a valorar eso, no tengo criterio, pero desde que sale al escenario a mí me engancha, sobre todo por su carisma y su fuerza. Su voz es además impresionante. (Pie de foto: Entrada del concierto de Patti Smith en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián.)


El comentario puede ser facilón pero ante semejante potencia y derroche de energía es inevitable recordar su edad y quedarse admirado. Su imagen sigue siendo la de siempre: andrógina, desgarbada, pero especial.
Esa noche Patti además de cantar, recita poesía y, en ciertos momentos, deja ver su lado comprometido y activista. Repitió varias veces la frase «Be yourselves», quizá en referencia a la realidad de Euskadi.
Al finalizar el concierto intenté entrar en los camerinos para saludarla y presentarme, pero un par de gorilas me lo impidieron, claro.


Septiembre 2007


Sigo adentrándome en la bibliografía. Según avanzo veo claramente la enorme complejidad de realizar una selección de sus poemas y canciones sin ser experta en ninguna de las dos disciplinas. Continúo con la idea de hacer convivir sus tres facetas, y decido contar con colaboración de personas conocedoras de ese tipo de trabajo.


Después de hacer ciertas averiguaciones, lecturas, consultas y llamadas, decido que la selección de la poesía la haga Benjamín Prado, quien, además de ensayista, novelista y editor de una revista, es también poeta, y admirador no sólo de Bob Dylan –otra de las referencias de la artista3 –, sino también de Patti.


Después de hablar y reunirme con Benjamín, que elegirá los poemas que considere más interesantes y sugerentes, considero que esta selección puede tener entidad suficiente como para editar un libro ya que, con excepción de Babel, la poesía de Patti Smith no se ha publicado en castellano (en euskera, nada). Le planteo a Javier, el director, la posibilidad de que dicha selección con un texto previo, también de Benjamín, sobre la poesía de Patti se edite en la colección de ARTIUM «Apuntes de Estética». La idea le parece interesante y decidimos que la publicación del libro coincida con la inauguración de la exposición.


Respecto a la selección de la música, en un primer momento invito a un crítico musical que nunca llegó a responder ni devolverme las llamadas. Descarto su nombre y hago una propuesta de colaboración a una música con una larga trayectoria profesional, conocedora de la música de Patti Smith. Acepta con interés y ganas, aunque meses más tarde, y por motivos ajenos a la exposición, se saldrá del proyecto.


25 octubre 2007


Inauguración en la Casa Encendida de Madrid de la exposición Vida y hechos de Arthur Rimbaud.


Han invitado a Patti Smith, gran admiradora del poeta francés, a dar un recital poético ese día y un concierto al día siguiente. La pasión de nuestra artista por Rimbaud se remonta a sus 16 años, cuando descubrió en una pequeña librería de Filadelfia sus Iluminaciones y, como ella recuerda, se enamoraró de él.4


Gracias a Ignacio Cabrera, coordinador del Área de Cultura de este centro, Kike y yo asistimos a la inauguración y al recital. Allí me encuentro con algunos amigos como Biri y Lola, y con Guillermo Altares. También aparece por ahí el artista Eugenio Ampudia. Las expectativas de todos nosotros son enormes.


 


La actuación es en el patio del edificio. No creo que hubiera más de cien personas, lo que hace que el acto sea muy íntimo e intenso.


Patti actúa con Lenny Kaye, su guitarrista de toda la vida. Recita varios poemas, algunos de Rimbaud y otros, propios. También canta. Al haber tan poca gente me puedo colocar durante un rato muy cerca del escenario, en primerísima fila. La intensidad de Patti Smith recitando poesía podría definirse casi como mística. En ciertos momentos se le podría comparar a una especie de chamán en un ritual. Es una experiencia emocionante. «Siento las cosas de una manera mágica», decía hace poco en una entrevista y, desde luego, sabe cómo transmitirlo.5


En esa cercanía, una de las cosas que me llama mucho la atención y que me conmueve son sus manos. Frente a la fuerza y el ímpetu de su voz recitando poesía y cantando, las manos de Patti Smith son pequeñas, finas y delicadas, casi como de niña. Este anecdótico hallazgo me hace pensar, obviamente sin ninguna lógica ni criterio artístico, en la relación que existe entre la sutileza de sus dibujos y la exquisitez y refinamiento de sus manos. Las sinuosas líneas de sus dibujos parecen una prolongación de sus dedos.


Acordamos con Ignacio Cabrera antes de empezar el recital, que al acabar la actuación bajaríamos a su camerino para presentarnos. Ya le han dicho a su mánager que vamos a pasar a saludarla. Es un momento importante, porque hasta esa fecha no he tenido ningún contacto con ella.


Finalizado el recital, Ignacio nos avisa y los tres bajamos unas escaleras. Esperamos en un pasillo a que llegue el mánager. No sé los demás, pero yo estoy de los nervios. ¿Cómo se supone que me tengo que comportar con un mito? Ni idea, supongo que el mejor recurso es la naturalidad.


En ese momento ella sale de una habitación y nos identificamos. Simpática y hospitalaria, Patti nos invita a pasar a su camerino, nos anima a tomar algo y me dice que me siente a su lado. Yo no doy crédito a que esté allí hablando con ella. Alucinante.


Me comenta que está muy contenta con la idea de hacer una exposición en ARTIUM, y que le gustaría mucho visitar Vitoria y Guernica y tomar fotos allí. Me dice que cuando estuvo tocando en San Sebastián el pasado junio se quedó con ganas de hacer fotos a la catedral y que le gustaría volver. Le recordé que nos veríamos en breve en una reunión en Nueva York para hablar de la exposición. Empieza a llegar gente, sus músicos, amigos y gente conocida. Toca irse. Los tres estamos encantados de haber estado allí.


Descubrir que un icono del rock como Patti Smith es una persona sencilla y normal es algo que impresiona. Por lo menos a mí… Al salir de allí siento una mezcla de nervios, alegría, tensión…. Una sensación extraña, como si hubiera sido un sueño. De repente, de la alegría y excitación paso a sentir ganas de llorar. Me voy al baño para que nadie me vea hacerlo.


Menos mal que no soy mitómana, que si no…


26 octubre 2007


Concierto en la Casa Encendida.


Vamos Javier I., Sara y yo. Quedo con Benjamín Prado y su novia en un bar y nos unimos a la cola. Empieza el concierto. Hay mucha gente y Javier decide quedarse atrás mientras hace unas cuantas fotos. Sara y yo nos vamos delante, al mogollón. Como siempre no nos decepciona. En el escenario y con su banda es un ciclón. Es una artista generosa. Hace dos pases seguidos ante el aluvión de gente que no se quiere perder la actuación.


Al final del concierto me encuentro con Pablo Llorca, cineasta y comisario de exposiciones, a quien invito unos meses más tarde a colaborar en este catálogo con un texto.


6 noviembre 2007


Reunión en Nueva York con Royce y Patti Smith.


Nuevamente siento un poco de inquietud con este encuentro. Es la primera vez que nos sentamos a hablar del proyecto.


Royce me muestra más obra en directo, entre otras, algunas de la serie del 11 de septiembre. Cuando llega Patti, me explica que esa serie que hizo después del atentado de las Torres Gemelas, no es sobre el atentado en sí mismo, ni sobre el terrorismo islámico. De lo que fundamentalmente hablan esos trabajos es sobre la incomunicación del ser humano. Las referencias a la Torre de Babel son inevitables, y la artista elige representar las torres ya destruidas, por nuestra respuesta psicológica a las ruinas arquitectónicas.6 Aunque contenida en su forma, es una serie dramática en su fondo: los estéticos restos de las torres nos recuerdan lo que es capaz de construir el hombre y también lo que puede destruir. Es una serie imprescindible en la exposición, porque de un modo u otro conecta con el trasfondo del conflicto vasco.


Me enseñan una de las piezas que más me gusta de toda esta serie. Se trata de una de las torres, cuyas líneas verticales están realizadas con la caligrafía de un texto del Corán. Patti refiere el enorme trabajo que le llevó hacer esa pieza. El lenguaje es lo que nos une, pero también nos separa.


Me dice que le gustan mis pantalones. Me hace ilusión.


Estoy muy afónica y antes de finalizar la reunión me pregunta si mi afonía tiene que ver con problemas del estómago. Le digo que sí. Es curioso, dice que también a ella le ha pasado lo mismo alguna vez, y al mismísimo Pavarotti también le pasaba. ¿Quién me iba a decir a mí que yo podía tener algo en común con ella y con el tenor italiano? Qué cosas…


La reunión me hace repensar el proyecto. Esa conversación me hace ver claramente que en la exposición en ARTIUM debe destacar su espiritualidad y su actitud comprometida. Cada vez me atrae menos la idea de hacer convivir arte, música y poesía al mismo tiempo.


27 diciembre 2007


Benazhir Butto es asesinada en un atentado.


Patti Smith lo menciona en su página web.


Enero-marzo 2008


En este período de tiempo voy matizando cada vez más la exposición y tomando como uno de los ejes la espiritualidad de la obra de Patti Smith y el lado comprometido que tiene parte de su trabajo. Dado el carácter sutil, intimista, espiritual y evocador de su obra, decido que los dibujos y fotos no se mezclen con nada más, pues creo que puede suponer una interferencia a la hora de contemplarlos. La música y la poesía junto con otro tipo de material complementario pueden estar concentradas en una sala de documentación.


Le doy vueltas al título de la exposición. ¿Podría ser el título de un poema? ¿El de un disco? ¿El de alguna canción…?


En esas fechas, y por razones de exceso de trabajo, la artista solicita que intentemos retrasar la exposición. Ajustamos el calendario y conseguimos retrasarla 3 meses. La inauguración será el 4 de diciembre.


Aunque no es definitiva, voy cerrando la selección de dibujos.


28 marzo 2008


Inauguración de la exposición Land 250 en la Fundación Cartier de París.


La exposición muestra sobre todo una serie de polaroids hechas en los últimos años. Se exhiben tal cual salen de la cámara y apoyadas en una baldas. Hay también una pequeña selección de dibujos, fotos, documentos personales y proyecciones.


Lo que más me llama la atención de esta exposición es su montaje. La sala parece una zona de trabajo y creo que incide sobre todo en el lado intimista del arte de Patti Smith. Las paredes están llenas de agujeros, los cables de la iluminación son muy gruesos y están a la vista. El envoltorio no importa, lo que vale es su interior. Es como si todo fuera una metáfora sobre su manera de trabajar y de su propio mundo, tan personal, espiritual e íntimo.


La exposición de ARTIUM va a ser diferente. Aunque me interesa que a través de ciertas piezas se vea la parte espiritual de su trabajo, quiero resaltar su actitud comprometida con la vida.


Benjamín Prado entrega la selección de poesía y el texto introductorio.


29 marzo 2008


Recital poético en la Fundación Cartier de París.


Está acompañada de su hijo Jackson a la guitarra y de su hija Jesse al piano.


Ese día se celebra el aniversario de la muerte de Virginia Wolf, y Patti le dedica varios poemas. Recita la letra de People have the power.


El acto se celebró en la misma sala de exposiciones, con muy pocas personas y una luz muy tenue. Nuevamente cabe destacar la intensidad y carisma de Patti en este tipo de eventos. Esa noche deja ver su sentido del humor y nos hace reír, pues a propósito o no, comete varios errores que le permiten hacer bromas con el público y con sus propios hijos.


7 abril 2008


Es obvio que para Patti Smith la palabra escrita sirve de catalizador para su energía creativa7 de manera que decido que el título de la exposición sea Written portrait, retrato escrito. Uno de sus dibujos se titula así y me hace pensar en ella. Patti representa el lenguaje: es palabra cantada, escrita, dibujada, y evocada a través de parte de sus fotografías.


23 abril 2008


Celebración de la Noche de los Libros en Madrid.


Concierto-recital de Patti Smith en la Real Casa de Correos.


El sitio no tiene muy buena acústica pero una vez más el evento se hace especial por el carisma de Patti que envuelve a la gente. En un momento dado se pasea por entre las butacas y el público se levanta entusiasmado. Recita entre otros a García Lorca, otro de sus poetas admirados.


Comenta en alto que ha aprovechado el día para visitar el museo del Prado, el Reina Sofía y alguna exposición más. Siempre visita el Guernica de Picasso cuando va a Madrid.


Tras el concierto me permiten entrar un momento al camerino para hablar con Patti, y así, hacemos una breve reunión improvisada en un camerino también improvisado. Al principio me siento un poco tensa, pero luego me relajo. Ella me hace sentir cómoda.


En presencia del mánager, de su hijo (por cierto, guapísimo) y alrededor de una mesa con varios litros de leche semidesnatada, hablamos. Quedamos en que va a venir al País Vasco en verano. Comentamos la exposición de la Fundación Cartier y ella también está de acuerdo en que la de ARTIUM sea muy diferente. Esta debe tener, sobre todo, mucha fuerza. Acabamos.


Se despide diciéndome que tengo mejor cara que cuando nos vimos en Nueva York el pasado otoño. Me alegra ese comentario tan familiar.


A la salida, y ya en la Puerta del Sol, vemos cómo salen ella y su banda de músicos, caminando hacia su hotel como si tal cosa, como otra tanta gente que pasa en ese momento por allí. Nadie les presta ninguna atención. Nos sorprende y admira la sencillez y, sobre todo, su poco interés por el glamour que se le podría suponer a este tipo de personas.


Desde la esquina le grito «Bye Patti!!» Ella se vuelve, sonríe, y levanta la mano para decirme adiós.


1 julio 2008


Javier González de Durana ha dejado la dirección de ARTIUM para incorporarse a TEA, Tenerife Espacio para las Artes. Quiere que la exposición de Patti Smith itinere al nuevo museo en la primavera de 2009. Esto es un punto a favor para el proyecto, para su difusión y, cómo no, para compartir los gastos más sustanciales.
Cierro la selección de fotografías.


2 julio 2008


Tras más de seis años de secuestro en manos de las FARC, la política colombiana Ingrid Betancourt es liberada.


Patti Smith lo celebra en su página.


20 de julio 2008


Anulo la colaboración con la persona que iba ocuparse de seleccionar el bloque de canciones más significativo de la discografía de Patti Smith. Su agenda es muy apretada y, finalmente, no puede asumir el compromiso.


21 julio 2008


Concierto-recital de Patti Smith en la Real Casa de Correos.


El sitio no tiene muy buena acústica pero una vez más el evento se hace especial por el carisma de Patti que envuelve a la gente. En un momento dado se pasea por entre las butacas y el público se levanta entusiasmado. Recita entre otros a García Lorca, otro de sus poetas admirados.


Comenta en alto que ha aprovechado el día para visitar el museo del Prado, el Reina Sofía y alguna exposición más. Siempre visita el Guernica de Picasso cuando va a Madrid.


Tras el concierto me permiten entrar un momento al camerino para hablar con Patti, y así, hacemos una breve reunión improvisada en un camerino también improvisado. Al principio me siento un poco tensa, pero luego me relajo. Ella me hace sentir cómoda.


En presencia del mánager, de su hijo (por cierto, guapísimo) y alrededor de una mesa con varios litros de leche semidesnatada, hablamos. Quedamos en que va a venir al País Vasco en verano. Comentamos la exposición de la Fundación Cartier y ella también está de acuerdo en que la de ARTIUM sea muy diferente. Esta debe tener, sobre todo, mucha fuerza. Acabamos.


Se despide diciéndome que tengo mejor cara que cuando nos vimos en Nueva York el pasado otoño. Me alegra ese comentario tan familiar.


A la salida, y ya en la Puerta del Sol, vemos cómo salen ella y su banda de músicos, caminando hacia su hotel como si tal cosa, como otra tanta gente que pasa en ese momento por allí. Nadie les presta ninguna atención. Nos sorprende y admira la sencillez y, sobre todo, su poco interés por el glamour que se le podría suponer a este tipo de personas.


Desde la esquina le grito «Bye Patti!!» Ella se vuelve, sonríe, y levanta la mano para decirme adiós.


1 julio 2008


Javier González de Durana ha dejado la dirección de ARTIUM para incorporarse a TEA, Tenerife Espacio para las Artes. Quiere que la exposición de Patti Smith itinere al nuevo museo en la primavera de 2009. Esto es un punto a favor para el proyecto, para su difusión y, cómo no, para compartir los gastos más sustanciales.


Cierro la selección de fotografías.


2 julio 2008


Tras más de seis años de secuestro en manos de las FARC, la política colombiana Ingrid Betancourt es liberada.


Patti Smith lo celebra en su página.


20 de julio 2008


Anulo la colaboración con la persona que iba ocuparse de seleccionar el bloque de canciones más significativo de la discografía de Patti Smith. Su agenda es muy apretada y, finalmente, no puede asumir el compromiso.


21 julio 2008


Visita de Patti Smith a Vitoria.


Esa noche hay concierto de Patti Smith en Bilbao. Viene de actuar en la Expo de Zaragoza y he quedado en ir a buscarla y venir con ella a Vitoria para que vea el museo. La recojo en el hotel y me dice que no se encuentra muy bien. Ha cogido frío en Zaragoza. Yo me siento apurada por robarle horas de descanso antes del concierto.


 


 


Cuando llegamos al museo, nos vamos a la terraza del Cube a comer. Nos atiende Pablo, uno de los dueños del restaurante. Patti le dice que es el restaurante de museo donde mejor ha comido en su vida. Este comentario nos hace mucha gracia. En la mesa empezamos a hablar de la exposición, de las actividades en torno a ella, del posible recital, de un ciclo de cine… Muestra mucho interés por involucrarse y por que el proyecto salga muy bien.


La conversación se interrumpe con la llegada de un periodista al que atiende de manera muy profesional. Después vuelve a la mesa. Nadie dice nada pero todos estamos encantados de poder compartir ese momento con ella.


Una vez dentro del museo, Javier I., Kike y yo le enseñamos el auditorio y la sala donde va a exponer. De vez en cuando Goyo nos hace algunas fotos.


Le sorprenden la magnitud de la sala y las posibilidades que ofrece. Una vez dentro de la sala, nos sentamos en una mesa y hablamos más a fondo de la exposición. Yo le comento una idea que venía barajando desde hace algún tiempo: la posibilidad de proyectar la película sobre ella Dream of Life de Steven Sebring, a punto de ser estrenada en Nueva York. Patti recibe la idea con entusiasmo y propone completar esa parte con una serie de fotos que Steve ha hecho de algunos de sus objetos personales (Objects of Life).


Sigue mostrando interés por volver al País Vasco para hacer fotos en Vitoria, Guernica y otros lugares.


Antes de salir del museo visitamos la exposición Objeto de Réplica. Le dedica numerosos elogios y nos pide que felicitáramos al comisario –Daniel Castillejo– por tener una idea tan inteligente.


Después damos una vuelta por el casco viejo. Nos acercamos a la Catedral Vieja cuya torre cubierta con el andamiaje y las telas le llama la atención. Hace fotos con su polaroid. Tomamos café y nos despedimos.


 


Septiembre 2008


El Centre Pompidou deniega el préstamo. Las obras solicitadas viajarán a otra ciudad. Además, entre préstamo y préstamo, y por razones de conservación, deben permanecer en el museo una temporada.


Es una pena, Retrato de Robert Mapplethorpe para Robert Miller era una obra relevante en la exposición por todo lo que significa este artista en la trayectoria artística y personal de Patti Smith.


En estas semanas se ultiman las gestiones correspondientes a transportes, seguros, así como todo el material gráfico y traducciones para el catálogo y el libro de «Apuntes de Estética» que recogerá su poesía.


Hablo con Steven Sebring para concretar las fotos de los objetos de Patti que se pueden incluir en la exposición. Comenta que ella quiere, además, añadir varios retratos que él le ha hecho. Le propongo a Steven que venga a la inauguración para presentar la película junto con Patti.


Quedan aún todavía cuestiones por cerrar: el material para el área de documentación, algunas actividades que se han hablado con anterioridad (recital, ciclo de cine, charla, etc.) y el posible viaje de Patti al País Vasco para hacer fotos.


1 de octubre 2008


Entrego el texto. Y seguimos adelante.


Quien quiera ver el resultado final de todo el proyecto tendrá que visitar la exposición entre el 4 de diciembre y el 22 de febrero de 2009.


Quien no pueda, tendrá que conformarse con mirar las páginas de este libro.


Agur


 


1. Patti Smith Land 250, Fondation Cartier pour l’art contemporain, París, 2008, sin página. (Arriba)


2. Comentario que hace la artista en una entrevista realizada por François Jonquet en «Patti Smith, the Artist», Art Press (Paris), nº 344, Abril de 2008, p.29. (Arriba)


3. Victor Bockris, Patti Smith. Biografía no autorizada (trad.: Jesús Llorente Sanjuán), Mondadori, Barcelona, 2001, p. 46. Asimismo, en la entrevista de François Jonquet, «Patti Smith, the Artist» op. cit., p. 33, ella comenta que hay algo en su manera de «andar» que proviene de Bob Dylan, porque siendo adolescente él le abrió el mundo, le dio libertad. (Arriba)


4. Victor Bockris, op. cit., p. 42. De hecho Patti Smith viajó a París en 1969 «en busca y captura del espíritu de Rimbaud» (ibid., p. 55) (Arriba)


5. François Jonquet, op. cit., p. 33. Añade a ese comentario: «cuando estoy en el escenario a veces entro en comunión con Kurt Cobain, mi difunto esposo, o con un niño que está en el teatro. Simplemente pasa, cómo, no lo sé». (Arriba)


6. John W. Smith, Strange Messenger. The Work of Patti Smith (cat. de exposición), The Andy Warhol Museum, Pittsburg, 2002, p. 38. (Arriba)


7. David Greenberg, «Illuminations. The Drawings of Patti Smith», Parkett, nº 62, 2001, pp. 177-185. (Arriba)


 


 


 

Benjamín Prado

A veces Patti Smith se llama Arthur, y otras veces Bob.

Algunas personas son demasiado crueles para ser un héroe y otras demasiado inteligentes como para que las cosas les ocurran por casualidad. No es casual, por tanto, que sean Bob Dylan y Patti Smith,dos compositores cuyas canciones tienen a menudo el rango de un buen poema, quienes hayan encabezado una campaña internacional para salvar la casa de Londres donde los poetas franceses Arthur Rimbaud y Paul Verlaine mantuvieron un romance legendario en 1872 y donde tanto uno como otro escribieron algunos de sus versos más célebres. Dylan y Smith han señalado siempre a Rimbaud como una de sus principales influencias, ambos lo mencionan en sus obras, él le puso a su guitarra eléctrica el nombre del poeta y ella ha llegado a publicar un poema en el que cuenta un sueño erótico con el joven padre de todos los escritores malditos: “el joven arthur acecha. estoy arriba, en el dormitorio, vendando mi herida. él entra. se apoya contra uno de los barrotes. tiene mejillas sonrosadas, aire despectivo, manos grandes. me parece endiabladamente sexy. cómo pasó esto, pregunta él sin afectar importancia. enseño el sanguinolento caos de mi ojo. cae sobre sus rodillas. llora y se aferra a mis piernas. agarro su pelo. casi quema mis dedos. espeso fuego de zorro. suave pelo amarillo, pero con ese inconfundible matiz rojo. oh jesús, le deseo. puerco hijo de puta. me lame la mano. yo sobria. vete rápidamente, tu madre espera. él se levanta. está yéndose. pero no sin la mirada de esos fríos ojos azules que desintegran. quien vacila es mío. estamos sobre la cama. tengo un cuchillo junto a su cuello. le dejo caer. nos abrazamos. devoro su pelo. piojos como el dedo gordo de un bebé. piojos, caviar de los cráneos. oh arthur arthur. estamos en abisinia, en adén. haciendo el amor. fumando cigarrillos. nos besamos. pero es mucho más. azul brillante. piscina azul. diestro lago de aceite. las sensaciones se concentran, se animan. dorado cristalino. bolas de cristal coloreado estallando. costura de tienda berebere desgarrándose. aberturas, abierta como una caverna, más abierta. rendición total.”

Los caminos de la admiración son largos, y por eso no es de extrañar que la misma Patti Smith que descubrió a su ídolo en 1964 al ver su foto en la portada de un ejemplar de las Iluminaciones, pusiera su nombre en ese manifiesto que exigía salvar el nido de amor de Rimbaud y Verlaine en el número 8 de la Royal College Street, en el distrito de Camdem, donde el primero redactó parte de Una temporada en el infierno e Iluminaciones y el segundo comenzó sus Romanzas sin palabras. La iniciativa dio sus frutos, porque un rico admirador de la obra puso el dinero necesario para salvar el edificio y hacer de él un centro de poesía en honor de la pareja. Y la fidelidad de la autora de Horses a su maestro también tuvo premio, al ser condecorada por el gobierno francés con la Legión de las Artes y las Letras, entre otras cosas, por su difusión de la obra de Rimbaud en el mundo anglosajón. En cualquier caso, no cabe dida de que “fidelidad” es una buena palabra a la hora de definir las afinidades literarias de Patti Smith, porque si la sombra de Rimbaud se proyecta en todo su trabajo como compositora y poeta, también lo hacen las de otros creadores que estuvieron desde el principio entre sus maestros, como William Blake, Jean Genet, Federico García Lorca -al que reconoce que solía imitar en sus comienzos, de los que recuerda “una cosa muy lorquiana”, titulada “El almendro”, que hablaba de un muchacho que mataba a su hermana y a su madrastra bajo la luz de la luna y que acababa con él exclamando: “¡Dios, muerta eres tan fría como cuando vivías!”- o el propio Dylan, con el que ha hecho alguna gira conjunta en la que cantaban a dúo canciones como“Dark eyes” o “Knockin’ on heaven’s door” y para el que incluyó en su libro Seventh heaven un poema titulado “Sueño de perro” después de que ella y su amigo Sam Shepard tuviesen a la vez el mismo sueño sobre el gran Bob: “¿Habéis visto / al perro de Dylan / tiene alas / puede volar / sólo si le hablas / de él / deja Dylan / de mirarte a los ojos...” Un día se encontraron en Nueva York y él le preguntó por qué había escrito ese poema. Smith le contestó: “No te preocupes, sólo fue un sueño, Bob.” Patti Smith suele repetir que tres momentos fundamentales de su vida fueron las alucinaciones que sufrió cuando estuvo enferma de escarlatina, el descubrimiento de los discos de Bob Dylan y el de la obra de Arthur Rimbaud. Los detalles de ese último encuentro los ha dado ella misma: "En 1964 me gradué en la escuela secundaria, sin formación y sin información sobre la vida. Conseguí un empleo en una fábrica. Era un lugar miserable y me sentí mas extranjera que nunca. Todos los trabajadores eran demasiado jóvenes o no tenían educación como para trabajar en otro lugar. Nos pagaban por debajo del salario mínimo. Paga sucia, trato sucio, pero tenía libres los sábados y los usaba para ir a Philadelphia en busca de alguna magia al alcance de la mano. La encontré en una librería frente a la terminal de autobuses: Iluminaciones, de Arthur Rimbaud. La poesía me atraía, pero el rostro desafiante y perturbador que vi en aquella portada lo oscureció todo. Era el rostro del futuro aunque nacido en la Francia del siglo XIX. Antes de regresar a los campos de New Jersey, ese rostro fué mío. El lunes, de vuelta al trabajo, ya no estaba sola. Rimbaud y yo estábamos juntos en las entrañas de esa basura de fábrica. Fué mi salvación. Había un orgullo secreto en tener a alguien a quien se suponía que yo no debía tener. Alguien que era hermoso, oscuro y completamente mío. Cuyas palabras expresaban todo el noble egoísmo de la adolescencia: el dolor, el éxtasis, todos los ultrajes sufridos." El primer grupo de Patti Smith se llamó, naturalmente, Rock'n'Rimbaud.

La historia del genio francés que empezó cambiando el rumbo de la poesía moderna y acabó vendiendo armas en Abisinia le puso a Patti Smith bajo los pies un camino a seguir que la llevó al Soho de New York, donde encontraría a otras personas que iban a ser muy importantes para su formación, como el estudiante de arte y futuro fotógrafo de fama internacional Robert Mapplethorpe, los escritores Sam Sheppard y William Burroughs, el pintor Andy Warhol o los músicos Lou Reed y John Cale. En ese ambiente, empezo a convertir algunas de sus ideas en canciones, en lugar de escribir sólo poemas, y el resultado fue Horses, un disco que llegó a admirar hasta a quienes lo habían inspirado en su parte musical, que fueron los líderes de la Velvet Underground: John Cale, que lo produjo, y Lou Reed, que se quedó atónico al oirlo: “Cuando la conocí, Patti me dijo que adoraba a la Velvet Underground, no solo por mis letras, sinó por nuestro sonido. Cuando escuché Horses, le dije: ¡Diablos, Patti, qué disco! Dudo que yo pueda hacer algo mejor. Ella se rió y me agradeció el elogio."

Al año siguiente, nada más sacar al mercado su segundo álbum, Radio Ethiopia, cayó desde el escenario durante la gira presentacióny se fracturó el cuello. Mientras se recuperaba, preparó y editó una versión ampliada de su libro de poemas Babel, cuya primera noticia es de 1974, y en el que, por cierto, vuelven a aparecer Dylan y Rimbaud, éste en “Rimbaud muerto”, donde lo imagina en su agonía, inútil y a merced de sus horribles familiares, cuando “la conciencia le abandona. está iluminándose arrodillándoseescalando montañas haciendo carreras. unas veces viajero y otras vidente. (…) en el muro hay un agujero. chincheta duchamp alfiler de luz, un iris abriéndose.” y después ve su pierna de madera corriendo hacia el bosque a través de los árboles y “hacia el espacio puro, tan remoto y descolorido como el rostro del querido arthur un rostro ya incorpóreo y lleno de gracia. ojos hundidos, cerrados para siempre esos tesoros de cobalto.” En cuanto a Dylan, además del poema sobre su perro, su serpiente y su pájaro, reparece en otro que ya había aparecido en 1972, en Seventh heaven, y que está dedicado a Edi Sedgwick, la joven musa de los artistas de Nueva York muerta a causa de una sobredosis y a quien define como “la verdadera heroína de / rubia sobre rubia”, en alusión al disco de Dylan Blonde on blonde: “oh es injusto / es injusto / cómo hacía volverse a los hombres / su pelo de armiño / tan rubio sobre rubio / (…) me sumaba / a su movimiento / y girábamos / y hacíamos girar la cabeza / de todo el mundo en la ciudad / (…) oh es injusto / cómo soñé con ella / y ella durmió / y durmió / para siempre / y ya nunca podré bailar / con ella.”

En 1979, tras publicar su disco Wave, se distanció del mundo de la música para dedicarse a su familia, pero no dejó de lado la literatura, sacando al mercado libros como Early Work y Woolgathering. Hasta nueve años después no reaparecería como cantante, con Dream of Life. Pero ese disco, más que un regreso era otra despedida, porque no volvería a un estudio hasta que la el dolor la obligó a hacerlo, tras la muerte de su marido y su hermano. Entonces, en 1996, grabó el disco Gone Again. Le siguieron, ya a un ritmo regular, Peace and Noise (1997), Gong Ho (2000), Trampin’ (20004) y Twelve (2007), en el que interpreta temas de Dylan, los Rolling Stones, Neil Young, Jimi Hendrix o Nirvana.

Pero la poesía no la dejó nunca, y en su trabajo como escritora no existen las zonas en blanco que muestra su faceta como compositora. Antes de sacar un sólo disco ya había publicado los libros Seventh Heaven (1972), en el que se icluyen los homenajes mencionados a Dylan y a la actriz de la Factory de Warhol, Edie Sedgwick, y otros a la aviadora Amelia Earhart, a Juana de Arco, al novelista Louis Fernand Céline y a Marianne Faithfull, que en aquel tiempo también se movía por el lado salvaje de la ciudad: “herida cuatro veces / sangra tu corazón sagrado / mana y mana / y las mujeres lloran a tus pies / y doce hombres giran a tu alrededor / doce hombres te desean / (…) / un pez estrella tiembla en tu vientre / (…) bendita sea tu caliente boca de virgen / tú serías Judas / o el propio Cristo / o la única mujer que le hizo llorar: / María Magdalena. / (…) Pero no, no creas que te dejaré ir. / No te lo permitiré, ni hablar. / no dejaré que se seque la miel / de tu dulce dulce caja / no dejaré que la multidud sienta vergüenza y se ahogue / mientras cargas con tu cruz / no dejaré que las niñas con flores te abaniquen / tras un gran coche fúnebre negro / no dejaré que las perlas / se derrumben y caigan / de tu boca de niña.”

El breve poema sobre Céline también es una pista sobre las influencias que tuvo su poesía en esos años de Seventh heaven, que como suele ocurrir fueron diversas: “Por ese entonces –ha declarado la compositora de Chicago-, estaba leyendo a Mickey Spillane y me gustó su estilo martilleante, hecho con frases del tipo de “Corrí. Bajé la calle a toda prisa. Y vuelta a atrás”. Frases de tres palabras que son un auténtico escalofrío y que resultan muy efectivas. Me sedujo toda esa rapidez y al mismo tiempo empecé a leer a Céline. Nunca he logrado acabar uno solo de sus libros porque son demasiado intelectuales, pero me fascinaba el hecho de que pudiese congelar cada palabra con sus puntos y seguido y sus puntos aparte, o que se atreviese a poner una palabra como “amarillo” y seguir con otros cuarenta vocablos que suenan como cuarenta movimientos de alguna clase de concierto. También me puse a leer a Michaux, que es muy divertido. En fin, que junté las tres cosas: la velocidad, el humor y el carácter sagrado de la palabra, y con ellas hice mi propia mezcla.” Seventh heaven es uno de los libros más intensos de Patti Smith, en el que llama la atención el aroma onírico de sus ambientes y la fuerza de sus imágenes, ambos tan sugestivos que resulta fácil creerla cuando asegura: “La mayoría de mis poemas los escribo de dos modos distintos. A veces como si fueran una carta a alguien que nunca va a recibirla, y en otras ocasiones limitándome a transcribir mis sueños.”

A Useless Death (1972) fue su siguiente libro, un largo poema feminista que recupera algunas de las claves que, en ese sentido, se mostraban en el poema “Female”, de Seventh heaven, y que apareció en una edición cuya cubierta está hecha a partir de un dibujo suyo. “Estoy subida en un andamio. ¿Qué emoción! /¡Qué está pasando? / Sospecho que es la coronación de la reina. / Pero no. Oh Dios. Estoy equivocada: / Es su ejecución. / Y estoy atrapada. / No puedo hacer nada por impedirlo. / Lo veo todo a vista de pájaro. / Observo elcastillo. / Miro a la reina. / Nadie parece reparar en ella. / Y ella se mueve como dentro de un sueño, / ingrávida, / lo mismo que si no tuviera nada que ver con lo que le están haciendo. / ¿Entiende / que su muerte está cerca? / ¡Cómo la admiro! / Ella es una verdadera heroína. / Inconsciente de su fuerza, / del modo en que el poder, el amor y la muerte / giran a su alrededor, / igual que si jamás / se hubiera detenido ante un espejo.”

Sus siguientes obras fueron Kodak (1972), Early morning dream (1972), que recupera textos antiguos a los que se añaden algunos inéditos, y Witt (1973), en el que se encuentran el mencionado “Sueño de Rimbaud”, al que dedica el libro junto con William Burroughs, y otros textos extraordinarios, como los dedicados a los pintores Giorgia O’Keefe y a Pablo Picasso. En 1977, cuando su carrera estaba en su punto más alto, publicó un pequeño libro, más bien plaquette, titulado Ha! Ha! Houdini! y la galería alemana Gallerie Veith Turske (1977) editó un catálogo que reunía gran parte de sus poemas publicados, sus dibujos y fotos y algunas canciones. Una vez más, el nombre de Rimbaud está en el centro de esta actividad, porque a lo que fue Patti Smith a Colonia fue a hacer una hacer una lectura conmemorativa del compleaños del poeta francés, En 1978 apareció la mencionada edición definitiva de Babel, al que siguieron Woolgathering (1992), Early Work: 1970 - 1979 (1994), la prosa poética The Coral Sea (1996), concebida como un homenaje a Mappelthorpe; la recopilación Patti Smith Complete (1998); Wild Leaves (1999), Strange Messenger (2003) -publicado por el Museo Warhol de Pittsburgh y que incluye cuadros, manuscritos y fotografías, entre ellas una impresionante serie de imágenes de las ruinas de las Torres Gemelas alternadas con las diferentes versiones de la Torre de Babel que pintó Breugel y con los nombres de las víctimas del atentado. Patti Smith acompaña las imágenes con algunos estractos de su diario escrito en aquellos días de septiembre- y Auguries of Innocence (2005). También ha publicado algunos libros en colaboración, como los dos que salieron en 1976,Angel City, Curse of the Starving Class & Otherp lays y The night, firmados junto a Sam Sephard y Tom Verlaine.

Destaca entre esas obras Woolgathering, un tomo e pequeño formato pero de gran interés, porque es una buena muestra del modo en que Patti Smith cose la poesía a la prosa,logrando un texto sugerente, a ratos hipnótico, en el que se juntan la ecología, en algunos momentos que recuerdan al poeta beat Gary Snyder, con el relato aubiográfico, aunque sea siempre narrado con la imprecisión matemática de la poesía, donde los símbolos importan más que la exactitud, y los hachos menos que su significado. Las líneas de Woogathering fluyen entre una especie de niebla en la cual las palabras parecen oírse de una forma muy similar a la que la propia Patti Smith dice escuchar a los enigmáticos personajes de su historia “ahora y entonces, murmurando y silbando como si estuviesen más allá de un muro de algodón. Los oía pero sin poder descifrar ni el idioma que hablaban ni las melodías que elaboraban.” Creo que apostamos sobre seguro si interpretamos el comienzo de Woogathering como una declaración de intenciones que sirve para toda la obra de Patti Smith: “Siempre imaginé que escribiría un libro, aunque fuera uno pequeño, que pudiera transportaros a un reino que no pudiese ser medido ni siquiera recordado.” Es decir, que fuese infinito como una abstracción y difuso como un recuerdo, porque trascendiera lo conocido a base de volverlo una parábola, de darle la autoridad de un emblema. Ese camino de lo tangible a lo metafórico lo sigue Smith en la mayor parte de sus trabajos, y en ese sentido es muy revelador uno de los capítulos de Woogathering, el que se titula “Indian rubies”. Comienza por contar que siempre ha tenido “una especie de mochila” que es “poco más que un trozo de tela curtida y atada con un nudo” pero de la que, cuando se abre, emana “un mundo definido por lo que contiene”, sobre todo por una sortija en la que está engarzado un rubí “imperfecto y hermoso como la sangre”, que procede de la India, donde algunos desdichados lavaban las gemas en la orilla del río para cambiarlas por arroz y que, de alguna manera, contiene el universo en su círculo: “En el anillo de la noche imposible todo es elástico” y al mirar a través de él pueden verse y se pueden sentir “el polvo de Calcuta, los ojos perdidos de Bhopal” y “las banderas sagradas ondeando como viejos calcetines en el cálido e irónico viento.”

Si Patti Smith te da su tarjeta de visita y en ella pone: Patti Smith, poeta”, estará diciéndote la verdad. Todo lo que escribe, da igual si sin poemas, prosas o canciones, es poesía, en formas diferentes. Y su actitud hacia la poesía también es siempre la misma, parte de la imaginación y la rebeldía, no resulta en absoluto difícil ver en cada uno de sus versos a la misma mujer que se encerraba a redactarlos en el Celsea hotel y que al leerlo parecía poseída por ellos: “¿Patti Smith? Era fantástica–dejó dicho Joey Ramone, el cantante del grupo punk The Ramones-: cada vez que leía un poema, rompía el papel o agarraba una silla y la tiraba contra la pared. Resultaba increíble, magnética." Continúa siendo todo eso, tanto cuando miras hacia atrás y lees sus poemas de Seventh heaven, Witt o Woolgathering como cuando miras a tu alrededor y la ves con sus discos y sus libros de ahora bajo el brazo. Sigue siendo fantástica y si uno de sus dos maestros esenciales, Bob Dylan, ha acabado haciéndose amigo suyo y cantando a dúo con ella sus canciones, estoy seguro de que el otro, Arthur Rimbaud, la hubiera considerado un alma gemela y hubiese disfrutado leyendo sus canciones y bailando sus poemas.

 

Pablo Llorca

Cuatro décadas de rabia y serenidad. Patti Smith, artista.

Toda una leyenda como cantante, y también conocida en su faceta de escritora, los trabajos visuales de Patti Smith, tanto los dibujos como las fotografías, han tenido difusión escasa, incluso en círculos artísticos. Aunque a lo largo de cuatro décadas ha gozado de unas cuantas exposiciones aisladas, varias de ellas junto a Robert Mapplethorpe, no ha sido hasta comienzos de esta década cuando ha tenido su primera muestra en un museo, el de Warhol en Pittsburgh, dedicada a sus dibujos. En fecha reciente, por otro lado, la Fundación Cartier de París le ha dedicado una gran retrospectiva con sus fotografías.

No obstante, como en los casos de bastantes de las figuras que admira, no existe una Patti Smith cantante y literaria y otra artista, sino una creadora que se expresa a través de numerosas formas.1 Y aunque tenga tendencia a adaptarse de manera específica a los requisitos de cada medio, es posible entender una unidad de intención a través de todos ellos. Sin embargo, cada uno ofrece una salida concreta a la energía de su creadora. Y si llegó a la canción a través de la palabra que pasaba del papel a ser pronunciada, esa energía es la que conduce a que sus impulsos queden materializados también en imágenes. Una actitud no muy diferente, como podemos ver, a la representada por Jackson Pollock, que a finales de la década de 1960, con el pop en la cresta de la ola, siguió representando para ella nada menos que el primer mito de la cultura norteamericana.

Como es sabido, la primera vocación de Patti Smith adolescente fue la artística, a pesar de la impresión, confesada, que los discos de Bob Dylan o los Rolling Stones le habían causado. Era una visitante asidua del museo de arte de su ciudad, Filadelfia, en donde al parecer engullía obras de todas las épocas.2 Como no pudo matricularse en la facultad de Bellas Artes, por carecer de dinero, lo hizo en una escuela que formaba profesores de historia del arte, aunque de todas maneras acudía los sábados a unas sesiones del museo donde podía pintar. De su periodo anterior a la primavera de 1967, cuando marchó a Nueva York, quedan algunos dibujos que muestran cómo temas y formas no sufrieron cambios importantes tras el cambio de ciudad. Uno de ellos, Lady Marat (1966), muestra una figura grotesca, realizada con trazos casi gestuales. Para esa imagen también contó con la forma esquemática y exagerada propia del cómic. Gestualidad y aportación del tebeo gráfico, no resulta extraño el dato de la celebración de una exposición de Jean Dubuffet dos años antes en el museo que ella misma frecuentaba. Una influencia de una figura que ya entonces podía aportar elementos como los mencionados, más otro que para ella tendrá importancia posterior, la escritura caligráfica. La vía francófila, por otro lado, comenzaba a manifestarse.

El traslado a Nueva York no significó un cambio importante e inmediato en su obra. Es posible que, aparte del encuentro con una comunidad más amplia y activa de artistas –lo que por otro lado significó que en poco tiempo se encontrara entre escritores y músicos–, uno de los elementos subrayables fue la posibilidad, aún mayor que en Filadelfia, de ver en museos y galerías obras de creadores que ella admiraba. Existe una fotografía suya, realizada en 1968, que capta con gran acercamiento uno de los rostros de mujer pintado por De Kooning. Una imagen muy significativa, puesto que anuncia un dibujo que realizaría en esa época, After De Kooning (1968), en el cual efectuó una relectura de dicha figura, que en su caso muestra el pecho al espectador, en un gesto similar al de un autorretrato dibujado un año más tarde. Como es el caso de Lady Marat, pero de manera aun más directa, la relectura de De Kooning sugiere un elemento, que desde el inicio recorrerá su obra, y que confirmará la constancia de la autora en el uso de temas y referencias: el trabajo a partir de obras artísticas preexistentes a las que homenajea o usa como punto de partida. Otra obra del mismo año, Mary, muestra una figura central claramente deudora del mencionado Dubuffet. La importancia de este dibujo, sin embargo, es que sugiere dos elementos que rondarán las obras presentes y las que están por venir: la religión y el sexo. Construida como una imagen sarcástica, presenta una imagen ridiculizada de la Virgen María de los católicos, con los pechos caídos y carente de atractivo o dulzura, en contra de lo habitual en la iconografía religiosa. Hay que hacer constar que Patti Smith era hija de testigos de Jehová y que toda su obra está recorrida por un deseo de hablar de la religión; de una manera crítica y militante contra la institución y los tópicos más arraigados en los primeros años. Una visión que se irá suavizando desde finales de los setenta, a medida que se va centrando en las posibilidades de panteísmo y espiritualidad que la naturaleza ofrece.

Es inevitable destacar que, en plena época de descrédito revisionista del expresionismo abstracto, cuyas maneras eran entendidas como clichés, una creadora como ella, que en sus primeros años en Nueva York demostró tener reflejos suficientes para estar situada en los lugares adecuados, mantuvo su apego por el mismo. Hay que subrayar que, como demuestran los dibujos realizados en esta época, las formas expresionistas, tal como ella las utilizó, no eran un recurso estereotipado, agotado en sí mismo, sino un instrumento que canalizaba intenciones expresivas concretas, aunque como hemos visto utilizara obras ajenas para dialogar con ellas o incluso usarlas como punto de salida. Los propios Dubuffet y De Kooning le proporcionaban una síntesis entre figuras reconocibles y trazos gestuales que ella supo apreciar. La simbiosis de ambos elementos le dio la posibilidad de crear significados específicos e intenciones concretas, más allá del recurso formal a un lenguaje preestablecido.

 

Existe un artista, creo que raramente citado en relación con ella, del cual extrajo inspiración y elementos iconográficos precisos: Joan Miró. Como muestran varias obras, entre ellas Constellation nº 1 (1969), el empleo de formas dispersas de varios tipos, a medio camino entre la figura abstracta y la concreta, recuerda mucho al del catalán. La estructura general, a base de formas desperdigadas por la superficie, también es una inspiración probable. El título, además, tiene claras evocaciones mironianas. La obra fue realizada en Nueva York pero se debe tener en cuenta que enotoño de 1966, poco antes de que Patti se trasladara a dicha ciudad, se celebró en Filadelfia una importante muestra dedicada a las ediciones del artista,3 en donde ella podría haber visto muchos de los trabajos caracterizados por el simbolismo de unas formas a medio camino entre lo abstracto y la representación, llenos de ojos que son también vaginas y, en general, de erotismo muy palpable. Es probable, asimismo, que encontrara seductora esa relación entre ambos órganos, el visual y el sexual. En Pasolini´s Eye (1977), cuyo centro visual es un ojo –el del director italiano, que todo lo contempla, sustituyendo al de Dios4– existe ese vínculo. Pero, además, se puede establecer un trasvase erótico a partir del ojo, lo proporcionado por la apropiación de esa forma mironiana. Una asociación que también puede proceder de Bataille, autor que no se suele citar a la hora de hablar de Patti Smith, pero con el que posiblemente simpatiza. Ojo que mira y ojo sexual. Poco después realizará al menos dos retratos de su antiguo amante y amigo, Robert Mapplethorpe, Robert with Lily (1978) y Robert with eye of Pasolini, cuyos respectivos centros están dominados por un ojo. ¿No es acaso inevitable una relación directa con el famoso autorretrato, hecho también en 1978, con el que el fotógrafo se muestra con un látigo introducido en otro ojo, el del ano? A Mapplethorpe también le fascinaba Pasolini, aunque sus preferencias entonces se decantaban por Salò.

La estancia en París de Patti Smith durante varios meses de 1969 parece que fue decisiva en su vocación literaria. La búsqueda del fantasma de Rimbaud y, en general, de un ambiente cultural mítico cargado de héroes, así como de otra figura romántica recién enterrada, Jim Morrison, le indican un cambio de rumbo que le llevara a interrumpir durante dos años toda actividad plástica. El hecho –confirmado a través de numerosas declaraciones suyas–, de que Patti estuviera interesada no sólo en la creación, sino en el aura que rodea al mundo del arte, con una poderosa mirada romántica hacia la figura del creador, hace que no resulten extraños los motivos aducidos para el abandono temporal de la obra visual, cuyo proceso de elaboración le resultaba, al parecer, poco interesante.5 Existen otras palabras suyas bastante posteriores, que aportan datos complementarios para entender no sólo esa renuncia sino –más interesante–, el trasvase entre la actividad plástica y la literario-musical: «(…) sintiéndome frustrada por mi incapacidad de trazar una imagen; dibujaría palabras, en cambio, ritmos que saldrían del papel al yeso».6 Las palabras, surgidas como energía visible o audible, son un instrumento alternativo a las imágenes. No falta mucho tiempo para que se yuxtapongan en un mismo espacio, continuando experimentos previos en los que había trabajado. Uno de estos ensayos son unas obras que aparecen sin fecha en el catálogo de una exposición parisina, en las cuales las letras de un poema están agrupadas de tal manera que forman cruces. Las palabras escritas tienen relación con la religión, con lo cual habría una comunión entre las palabras y la imagen que forman.7 Comienza una simbiosis entre recursos a la que, a partir de estos años, recurrirá con frecuencia. En All the hipsters go to heaven (1973) reunió técnicas heterogéneas como dibujo, fotografía y escritura. El resultado recuerda en algunos momentos a las imágenes hechas a partir de fotos serigrafiadas realizadas por Andy Warhol.8

El uso de la fotografía no era completamente nuevo para ella. A comienzos de la década había realizado polaroids con destino a collages, obras desaparecidas en su mayor parte.9 Un recurso, el del collage, relacionado con la obra mencionada en el párrafo anterior. Sin embargo, y desde luego no todavía con la intensidad con la que se afanaría después, había hecho instantáneas, tanto de obras culturales –como la mencionada de la pintura de De Kooning–, como de amigos. Existen, al menos, dos imágenes de Robert Mapplethorpe, de 1969, que son un fiel ejemplo del recurso metonímico que le gustará usar a la hora de fotografiar personas. En una de ellas se muestra la mano del artista metida en el bolsillo del vaquero, con el pulgar fuera y tieso. Un signo de que él estaba satisfecho con el resultado de una obra recién hecha (Robert Mapplethorpe. Chelsea Hotel. September 1969).10 En la segunda imagen, de idéntico título, vemos sus manos trabajando, con los dedos llenos de anillos. Como sucederá cuando su producción fotográfica se intensifique, la figura humana tiende a estar ausente y su presencia se insinúa a través de objetos o de una huella física, como el hueco dejado en un colchón. Una manera de evocar cuerpos por elisión, así como la confirmación del reflejo confesado de ser «adoradora de héroes».11

Tibetan bowl (1995) está realizada como homenaje a Fred Sonic Smith, su marido recién fallecido. Muestra un cuenco oscuro vacío, colocado ante unas telas blancas, como invocación de la reencarnación. Una manera de evocar la presencia del ausente a través de objetos simbólicos. Este recurso estará en el centro del trabajo fotográfico que, a partir de esa fecha, se irá ampliando cada vez con mayor intensidad. Tras la muerte de su marido era incapaz de concentrarse en tareas como el dibujo, la composición o la escritura. La cámara polaroid le ofrecía, en cambio, la posibilidad de realizar obras cuya resolución era inmediata.12 Muchas de las imágenes realizadas en aquella época reflejan su entorno más íntimo, como el estudio neoyorquino, donde fotografiaba objetos sencillos. Más tarde, de vuelta a las giras musicales, aprovechó los numerosos desplazamientos para retratar cosas y lugares en países de todo el mundo. «Las fotos son las reliquias de mi vida pasada, los recuerdos de mi errar».13 No son muchas las personas mostradas con plenitud: autorretratos y retratos de sus hijos, captados sobre todo en Nueva York, así como músicos, normalmente de su entorno profesional, y un retrato atípico, el de Ralph Nader en un mitin.14 El resto del corpus fotográfico, al menos del difundido, son miradas sobre lugares u objetos con una carga evocadora muy precisa. Un mecanismo similar al del exvoto, que quizás procede de su influencia religiosa. Muchos de esos iconos tienen relación con el mundo de la cultura. Héroes que han influido en su obra o en su vida, o con los que simplemente ha disfrutado, se evocan a través de sus casas ya vacías, sus tumbas, sus objetos fosilizados o sus lechos. Esto último constituye un subcapítulo, por la gran cantidad de imágenes de camas en las que alguien durmió o, además, murió: las de Virginia Woolf, Vanesa Bell, Maynard Keynes, Victor Hugo, Keats, Verdi, incluso Napoleón... También son numerosas las fotografías de tumbas o de espacios relacionados con la muerte de alguien. Respecto a las imágenes de las camas, sugieren la atracción por la huella de un cuerpo desaparecido, el molde negativo que atestigua la presencia del ausente. Hay que recordar que en su primera visita a París en 1969, se hospedó en el ático del Hotel of Strangers, donde vivieron Rimbaud y Charles Cros. Según ella misma, durmió en la cama usada por ambos. «Era como en una película, cuando entran en una casa encantada y chocan con todo y hay un montón de polvo y arañas, y la cama conserva la forma de un cuerpo humano. Era un pequeño lecho sobre una rampa metálica. Podías ver la silueta de los cuerpos que habían dormido allí».15 Una rememoración de la figura ausente, similar a la que ella misma ha realizado, de manera hermosa, al recordar las muescas en la piedra de «los esclavos» de Miguel Ángel, que evocan la presencia del escultor.16 Como en el caso de sus dibujos realizados años atrás, configurados con trazos toscos, las polaroids hechas con la Land 250, un aparato muy básico que no permite opciones técnicas, son imágenes directas y rugosas de cosas de las cuales se apropia. Si en el caso de las imágenes dibujadas, mencionar mediante el trazo significa apropiación, algo parecido sucede con las fotografías y las cosas captadas.

Esas cosas no siempre pertenecen al mundo de la cultura o a su entorno personal. En consonancia con el interés que hemos visto antes por lo religioso, entendido como un asunto individual, su cámara mira hacia imágenes de la naturaleza, como bosques y nubes, con una visión panteísta. Esta concepción de lo natural como una fuente de sensaciones espirituales resulta particularmente sugestiva en una serie de fotografías realizadas en Senegal en 2005, en la que capta asuntos tan poco estéticos, a priori, como unos melones o unas cabras (Goats, Africa). Patti ha ahondado en el significado trascendental que emana de ese bicho, un animal humilde que para ella era como María, madre del cordero de Dios.17 Una idea en sintonía con la visión humanista, ya mencionada, que Pasolini construyó en El Evangelio según Mateo, cuyo conocimiento fue, según ella, clave en su vida.18 La diferencia de actitud respecto al mundo entre los años de juventud y los de madurez se ve de manera clara al comparar esas fotografías con un dibujo de 1969, A Goat talks to God, que muestra una cabra que intenta hablar con una figura ominosa. «La cabra es infeliz», reza la leyenda que acompaña al dibujo.19

Según Jay Dee Daugherty, citado por Victor Bockris, la fractura de cuello que la cantante sufrió en 1978 determinó un cambio en su concepción espiritual respecto al mundo.20 Una evolución que se pudo apreciar en sus canciones, así como en las obras plásticas. En ambos casos, las creaciones comenzaron a mostrar una serenidad antes ausente, que en buena medida significó el aplacamiento de la ira respecto a la religión oficial y el abrazo de una espiritualidad individual al margen de lo establecido. Mientras que los dibujos de los sesenta y los setenta tendían a ser más directamente confesionales y catárticos, los posteriores en su mayoría hacen más hincapié en cuestiones espirituales no estrictamente autobiográficas, y aluden a cuestiones de simbiosis entre culturas. Un asunto, el ecumenismo, que se ha situado en una posición central en su obra. No resulta extraño, desviándonos del hilo principal, que ella misma haya prologado un libro de fotografías de Lynn Davis, que reúne una serie de paisajes y de restos de culturas antiguas situados en cinco continentes.21 Sigue usando muchos de sus recursos anteriores, pero los ha refinado y ampliado, como dice John W. Smith.22 Es fácil apreciar la complejidad mayor, incluso sofisticación, en la manera de construir las imágenes dibujadas, que contrasta con la apariencia primaria de sus fotografías. Frente a la instantaneidad de las polaroids, la edificación minuciosa de aquellos. Una construcción en la cual la palabra escrita posee gran importancia. Un recurso, el de la imbricación entre palabra e imagen, que se remonta hasta sus inicios, como hemos visto. Pero entonces, y con alguna excepción, la aportación de la escritura se limitaba a los títulos. Normalmente eran largos, y trataban de evocar situaciones determinadas, con cierta dimensión narrativa o, al menos, descriptiva.

Alrededor de veinte años más tarde empezará intercalar de una manera decidida ambos elementos, continuando las experiencias apuntadas en Written portrait (Stoned Head) (1978). El uso de las palabras a modo de imágenes era un recurso al que la generación de expresionistas abstractos, tanto norteamericanos como europeos, recurría con frecuencia. Dentro de las posibilidades que experimentaron, destaca la de la caligrafía aplicada al lienzo o al papel, o una práctica afín, la de signos abstractos que recuerdan trazos caligráficos. Mark Tobey y Jean Dubuffet realizaron obras tomando eso como base. Y Henri Michaux, que llevaba muchos años experimentando en torno a la palabra escrita como dibujo o gesto, usando tanto signos arbitrarios como palabras reales, que a veces se disolvían en una grafía abstracta, lo desarrollará plenamente en sus dibujos de mescalina y en otras series realizadas en fechas similares. Patti Smith hará lo mismo con frecuencia (en los dibujos de Artaud, citados tan a menudo como influencia decisiva para los de ella, no se usaron las palabras como material plástico, aunque sí se emplearan de otras maneras, además de desplegar un sentido del color, en relación a los trazos, que tal vez influyó en los suyos). Es posible que la amistad con William Burroughs fuera asimismo importante para el desarrollo que hizo de la imbricación entre palabra e imagen. El escritor llevaba desde finales de los cincuenta trazando formas abstractas que evocaban signos escritos que componían una figura concreta. Para llegar hasta ahí fue fundamental su relación artística con Brion Gysin –vinculado en París al grupo surrealista histórico–, que residía en Tánger y estudiaba caligrafía árabe. Esa dimensión visual de la palabra que proporciona la escritura árabe –y que la propia Patti Smith hará explícita en la serie de dibujos del 11-S – resulta fundamental en buena parte de los dibujos realizados a partir de su vuelta de Detroit a Nueva York. Como en el caso de los informalistas, la existencia visible de la palabra es la constatación de una individualidad que se manifiesta precisamente a través de la escritura manual, única y particular en cada persona. Sin embargo el frenesí de la escritura airada de los dibujos anteriores se ha trocado en una fluidez significativa, en un cuidado minucioso por la construcción de la imagen, levantada paso a paso.

En un texto titulado «dibujo»,23 ella misma proporciona las pistas de una de sus vías de creación: copia textos en lenguas desconocidas hasta que se concentra en la repetición de una sola palabra o frase, que se va relacionando con otras. Como en el expresionismo abstracto, lo fundamental no es el significado de las palabras –o al menos no es el punto de partida–, sino la forma de las mismas, creadas por el movimiento de la mano.24 Una vocación por palabras ininteligibles, que quizás tenga relación con su inclinación hacia sujetos y hechos culturales de todo tipo, con su apropiación de los mismos –visibles también en las fotografías de lugares de todo el mundo, de culturas vivas o de los restos de otras muertas–. Lo desconocido como fuente posible de conocimiento. A veces, y en relación con eso, hay connotaciones religiosas que subraya al desplegar elementos tradicionales en la iconografía artística como la figura de Cristo. Sin embargo, más allá de una lectura religiosa general, la obra de estos años se distingue sobre todo por una necesidad no tanto de mostrarse ella –como en los exabruptos religiosos de juventud– sino en tratar de comprender. Una tarea de asimilación, que debe estar en la base de su larga serie reciente de obras que escogen como punto de partida la relación entre las torres gemelas destruidas y la Torre de Babel, a partir del cuadro de Brueghel (aunque también Michaux aludió al edificio en relación a la influencia creativa de las drogas).25 Ambos edificios, como símbolo de la energía negativa que hay en el choque de culturas y su signo más palpable, los idiomas. Las palabras y la relación con las culturas del mundo están también en la base del otro conjunto relacionado, en el que figuras como los mismos edificios atacados el 11-S, u otras como los aviones, están conformadas por palabras procedentes de textos relacionados con distintas religiones. El recorrido realizado con estos dibujos caligráficos significa una especie de camino de vuelta, pues si sus primeras obras plásticas derivaron en poemas, la escritura, ahora, se ha convertido en imagen.


1. De entre las numerosas figuras a las que profesa devoción hay que destacar, en este aspecto, a William Blake, pintor, poeta y compositor, marcado por la espiritualidad entendida como una devoción personal. (Arriba)

2. Victor Bockris, Patti Smit. Biografía no autorizada (trad.: Jesús Llorente Sanjuán), Mondadori, Barcelona, 2001, p. 46. (Arriba)

3. Joan Miró: prints and books, Philadelphia Museum of Art, 1966. (Arriba)

4. Como una película que cambió su vida, ha sido definida por François Jonquet, «Patti Smith, the Artist», Art Press (Paris), nº 344, Abril de 2008, p. 31. (Arriba)

5. «No me interesa el producto final, sino el hecho mismo de la creación», en Victor Bockris («La primera entrevista con Patti Smith, 15 de agosto de 1972»), op. cit., p.248. (Arriba)

6. Patti Smith, Complete: Lyrics, Reflections & Notes for the Future, Doubleday, New York, 1998, p.xxi. (Arriba)

7. Robert Mapplethorpe portraits, Patti Smith dessins, Baudoin Lebon, París, 1998. (Arriba)

8. Andy Warhol es una figura recurrente en la vida y la obra de Patti Smith, como era frecuente para un creador que se moviera en esos años por Nueva York. Era sin embargo una figura con la que tuvo una relación compleja. Ella dijo sobre Andy Warhol: «no me fío nada de él» (Victor Bockris, op. cit., p.250), mientras que una anotación hecha el 29 de mayo de 1978 en el diario de éste la describe como «puro fingimiento» (Andy Warhol, Diarios, Anagrama, Barcelona, 1990, p. 195). (Arriba)

9. Patti Smith Land 250, Fondation Cartier pour l´art contemporain, París, 2008, sin página. (Arriba)

10. Patti Smith Land 250, op. cit. (Arriba)

11. Victor Bockris, op. cit., p. 246. (Arriba)

12. Patti Smith Land 250, op.cit. (Arriba)

13. Patti Smith Land 250, op.cit. (Arriba)

14. Una explicación posible es considerarlo un héroe americano, alguien cuyo tesón y heterodoxia le otorgan un estatuto heroico ya en vida. (Arriba)

15. Victor Bockris, op.cit., p.56. (Arriba)

16. Victor Bockris, op.cit., p.29. (Arriba)

17. Patti Smith Land 250, op.cit. (Arriba)

18. Victor Bockris, op.cit., p. 31. (Arriba)

19. En la biografía que Patricia Morrisroe escribió de Robert Mapplethorpe, la relación de Patti Smith con su padre es descrita como «quien ora a un Dios silente», una actitud que guarda similitud con las actitudes físicas de las figuras del dibujo mencionado. (Patricia Morrisroe, Robert Mapplethorpe, una biografía, Circe Ediciones, Barcelona, 1996, p.57.). (Arriba)

20. Victor Bockris, op.cit., p. 149. (Arriba)

21. Lynn Davis, Monument, Arena Editions, San Francisco, 1999. (Arriba)

22. John W. Smith, «Strange messenger. The work of Patti Smith», Strange messenger. The work of Patti Smith (cat. de exposición), The Andy Warhol Museum, Pittsburg, 2002, p.38. (Arriba)

23. Patti Smith, «Drawing», en Woolgathering, Hanuman Books, Nueva York, 1992. (Arriba)

24. «The written word serves as a catalyst for creative energy. And more importantly, it is the physical image of language that both informs and inspires Smith´s work», citado de David Greenberg, «Illuminations. The drawings of Patti Smith» en Parkett (Zurich), nº 62, 2001, p.177. (Arriba)

25. Recogido en Anne Brunn, «Introduction», Henri Michaux ou le corps halluciné, Institut d’édition Sanofi-Synthélabo (colección: Les empêcheurs de penser en rond), París, 1999, p.14. Para un extenso comentario de la serie de obras de Patti Smith en relación con el 11-S, véase John W. Smith, op. cit., pp. 36-43. (Arriba)

 

 

Dibujos

La primera vocación creativa de Patti Smith fue la artística. Siendo adolescente conoció el arte de diferentes épocas en sus visitas al Museo de Filadelfia, ciudad donde asistiría a una escuela de artes, antes de trasladarse a Nueva York.

Los dibujos de Patti Smith se caracterizan por ser esquemáticos y gestuales, sutiles y poéticos. La presencia en muchos de ellos de escritura caligráfica les otorga una espiritualidad cercana a la de un manuscrito iluminado. Las numerosas referencias religiosas, tanto en los títulos como en las palabras o textos que incluye en ellos, contribuyen a incrementar su sentido trascendental.

Ejemplos tempranos como After de Kooning denotan la influencia del expresionismo abstracto americano, corriente ya en descrédito en aquellos años, pero cuyos recursos artísticos, más centrados en el proceso, le permiten a Patti Smith un resultado espontáneo e intenso. En otros dibujos de los años setenta homenajea a amigos cercanos, como Robert Mapplethorpe, o a sus poetas más adorados, como Rimbaud.

La imagen del lenguaje escrito siempre atrajo a la artista. De niña le gustaba copiar la caligrafía del manuscrito de la Declaración de Independencia Americana, y este interés tendrá sus consecuencias plásticas en años posteriores. A partir de 1978, con la obra que da título a la exposición, Written Portrait, la artista comienza a incorporar palabras en sus dibujos hasta llegar al punto en el que el propio texto se expande y se convierte más en imagen que en palabra, como en Peace and Noise o en Orchid. El interés por el proceso creativo, la expansión de una delicadísima caligrafía sobre el papel y algunos de los asuntos tratados, como la ascensión o la crucifixión, inducen a considerar el arte de Patti Smith como una suerte de ritual.

 

 

 

 

 

 

 

 

11 de septiembre

Patti Smith fue testigo de los atentados del 11 de septiembre. De hecho, su casa está situada cerca de la zona donde ocurrió la tragedia. Conmovida por estos acontecimientos, realizó una serie que incluye dibujos y serigrafías, que revelan su lado más comprometido.

Nuevamente el preciosismo de la escritura caligráfica –que en algunos casos reproduce textos del Corán– adquiere un gran protagonismo. La imagen de una de las torres derruidas se repite con frecuencia y evoca una sensación de desolación apocalíptica. No se trata de denunciar la crueldad y sinrazón del terrorismo islamista, sino más bien de radiografiar la condición humana y su incapacidad para la comunicación, germen de la guerra y la violencia que nos acompañan desde el principio de los tiempos.

El trasfondo universal que posee esta intensa serie hace pensar en los paralelismos que puede guardar con el bombardeo de Gernika y el posterior cuadro de Picasso, un asunto histórico y una obra de arte que, como se puede observar en algunas fotos expuestas, siempre han interesado a Patti Smith.

 

 

 

 

 

Polaroid

Tras la muerte de su marido en el año 1994, Patti Smith comienza a hacer fotos con una polaroid, animada por la rapidez e inmediatez para captar un momento concreto que permite este tipo de cámara. Ella declara honestamente no ser fotógrafa profesional, y reconoce que utiliza la fotografía como una especie de memoria para registrar su «viaje» por la vida.

Su fotografía, siempre en blanco y negro, es evocadora y tiene un cierto aire nostálgico. En contadas ocasiones incluye a personas, pero utiliza siempre referencias u objetos personales para aludir a figuras a las que ella admira: escritores como Rimbaud, Virginia Woolf, William Burroughs o Susan Sontag, artistas como William Blake o Robert Mapplethorpe, o familiares como su padre, su marido o sus hijos, están de un modo u otro presentes en estas fotos. Tumbas, camas, casas, alguna taza o una máquina de escribir componen esta especie de relicario contemporáneo, este homenaje personal de Patti Smith a sus seres queridos y a personas relevantes de la cultura de nuestro tiempo.

Otro bloque de fotografías expuestas ha sido tomado en los viajes que la artista hace durante sus giras. Esculturas, museos, edificios emblemáticos o calles que han captado su atención, conviven con paisajes de una naturaleza espectacular y pura de aspiraciones panteístas. Tampoco faltan en este apartado las referencias religiosas al cristianismo o al budismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

William Burrough's Bandana

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

Sueños de vida / Objetos de vida

Dream of Life es el resultado del proyecto de colaboración entre Patti Smith y Steven Sebring, director de la película. Rodado a lo largo de once años, el documental, narrado por ella misma, recoge su trayectoria biográfica, su experiencia y su actitud vital. A través de entrevistas, conciertos, viajes, su proceso creativo y la presencia de familia y amigos, Sebring dibuja un retrato profundo y sincero de la carismática personalidad de Patti Smith.

El proyecto se completa con Objects of Life, una instalación que incluye una serie de fotografías realizada también por Steven Sebring, que muestra objetos de todo tipo que aparecen en ciertos momentos de la película. Se trata de objetos personales de Patti Smith que tienen un significado especial para ella.

Duración: 109 min.

Idiomas: V.O. subtitulada en castellano

Documental: http://www.dailymotion.com/video/xnp2ty_patti-smith-dream-of-life-2009-part-1_music

 

 

 

 

Recursos

Recursos en línea

Alsedo, Quico. “El ‘revival' de Wilco y Patti Smith, un tibio broche a un Primavera Sound de notable alto” [Recurso en línea]. El Mundo. (3 junio 2007). Dirección URL: <http://www.elmundo.es/elmundo/2007/06/03/cultura/1180860919.html> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web del periódico El Mundo que muestra información sobre la actuación de de Patti Smith y Wilco, en Barcelona.

Huey, Steve. “Patti Smith: biography” [Recurso en línea]. All music. Dirección URL: <http://www.allmusic.com/cg/amg.dll?p=amg&sql=11:jpfixqtgld0e~T1> [Consulta: 13 de octubre del 2010].

*Página web en la que se muestra información en inglés sobre la biografía y trayectoria profesional de Patti Smith.

Patti Smith > net [Recurso en línea]. Dirección URL: <http://www.pattismith.net/> [Consulta: 111 de junio del 2013].

*Página Web oficial de la cantante, artista y poetisa Patti Smith.

“Patti Smith recitará poesía en Vitoria” [Recurso en línea]. El Correo Digital. (15 noviembre 2008). Dirección URL: <http://www.elcorreodigital.com/alava/20081115/cultura/patti-smith-recitara-poesia-20081115.html> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Artículo en el que se anuncia el recital que ofreció la artista Patti Smith en ARTIUM, Vitoria-Gasteiz, el 6 de diciembre del 2008.

“Patti Smith. Ellas: cantantes famosas” [Recurso en línea]. Fotonostra. (27 junio 2008). Dirección URL: <http://www.fotonostra.com/albums/celebres/pattismith.htm> [Consulta: 13 de octubre del 2010].

*Página web que recoge imágenes, junto con la biografía de artistas famosos, como es el caso de Patti Smith.

“Patti Smith” [Recurso en línea]. Audiokat. Dirección URL: <http://www.audiokat.com/artistas.asp?aid=00000516> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web en la que se muestra información sobre la biografía y discografía de la polifacética Patti Smith.

“Patti Smith” [Recurso en línea]. IndyRock. Dirección URL: <http://www.indyrock.es/patti.htm> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web en la que se muestra información sobre el evento realizado el 3 julio del 2008 en la Huerta de San Vicente, Granada. En la página se encuentra información gráfica y textual sobre el concierto que ofreció, se incluye también una entrevista transcrita y videos de su paso por Granada.

“Patti Smith” [Recurso en línea]. Rock and Roll hall of fame.Dirección URL: <http://www.rockhall.com/inductee/patti-smith> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web que recoge detallada información sobre la biografía y trayectoria profesional de Patti Smith.

“Patti Smith” [Recurso en línea]. Rolling Stone. Dirección URL: <www.rollingstone.com/music/artists/patti-smith> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web que recoge detallada información sobre la biografía, trayectoria, discografía, vídeos, etc., de Patti Smith.

“Patti Smith” [Recurso en línea]. Wikipedia, la enciclopedia libre. Dirección URL: <http://es.wikipedia.org/wiki/Patti_Smith> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web en la que se muestra información sobre la biografía y trayectoria profesional de la artista Patti Smith.

Portela, Lino. “Las visones de Patti Smith” [Recurso en línea]. El País. (8 noviembre 2008). Dirección URL: <http://www.elpais.com/articulo/cultura/visiones/Patti/Smith/elpepucul/20080420elpepucul_1/Tes> [Consulta: 11 de junio del 2013].

*Página web del periódico El País que muestra información sobre exposición celebrada en la Fundación Cartier de París, desde el 28 de marzo al 22 de junio del 2008.

 

Bibliografía

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Stipe, Michael. 2 x intro: on the road with Patti Smith. Boston: Little Brown, 1998.

 

Vídeos

Rueda de prensa en Artium, Vitoria-Gasteiz.

Actuación de Patti Smith durante la rueda de prensa celebrada en Artium.

Visita a la exposición en Artium con Patti Smith.

Visita a la exposición comentada por la propia artista.

Anuncio para TV de la exposición Written portrait.

Anuncio para televisión de la exposición Written portrait celebrada en Artium, Vitoria-Gasteiz.

Concierto recital de Patti Smith (Artium, Vitoria-Gasteiz)

Concierto recital de Patti Smith celebrado en Artium.

Concierto recital de Patti Smith (Artium, Vitoria-Gasteiz) II

 

 

Concierto recital de Patti Smith (Artium, Vitoria-Gasteiz) III

Galería fotográfica

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

En prensa

Patti Smith [Folleto] : Written Portrait. Vitoria-Gasteiz : Artium, Arte Garaikideko Euskal Zentro-Museoa = Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, [2008].


 



 


 


"La polaroid de Patti Smith, la poeta-rockera" [Artículo]. Gara : Euskal Herriko egunkaria. (26 diciembre 2008); p. 54.


 


 



Barcenilla, Haizea. "Patti Smith [Artículo] : Written Portrait : Tres ventanas y un dibujo = Three Windows and a Drawing". Artecontexto : arte, cultura, nuevos medios = art, culture, new media. N. 21 (2009); pp. 124-125.


 



 


 


 


Abeleira, Xoán. "Retrato escrito de Patti Smith" [Artículo]. Artes & Letras, Heraldo de Aragón. (19 febrero 2009).


 


 



 


"Patti Smith ofrecerá un recital poético el próximo 6 de diciembre en Artium" [Artículo]. Diario de noticias de Álava : el periódico de todos los alaveses = arabar guztion egunkaria. (15 noviembre 2008); p. 64.


 


 


 



 


 


 


"Patti Smith muestra todas sus facetas más íntimas en Artium" [Artículo]. Gara : Euskal Herriko egunkaria. (5 diciembre 2008); p. 5.


 


 



 


 


Amenabar, Anakoz. "Punkaren poetaren erretratua" [Artículo]. Berria. (5 diciembre 2008); p. 38.


 


 



 


 


 


Crespo, Txema G. "El íntimo universo de una rock star" [Artículo]. El País : diario independiente de la mañana. (5 diciembre 2008).


 



 


 


"Patti Smith revoluciona Artium en la primera muestra de su obra en el Estado" [Artículo]. Diario de noticias de Álava : el periódico de todos los alaveses = arabar guztion egunkaria. (5 diciembre 2008); pp. 74-75.


 

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