Eduardo Arroyo.

Eduardo Arroyo

Se encuentra usted aquí

Obra

Considerado uno de los principales representantes de la figuración crítica y el pintor por excelencia de la transición española, Eduardo Arroyo se caracteriza por el humor e ironía de sus obras, su actitud inconformista y crítica y su defensa de la libertad creativa. Esa ironía será su mejor arma contra todo tipo de convencionalismos, una ironía que nos descubre también a un Arroyo melancólico y que busca en ese recurso un refugio al dolor y la decepción.

La anécdota

La anécdota va a ser la base sobre la que se fundamente la pintura de Eduardo Arroyo. Concede a esos hechos cotidianos, a esos datos concretos un gran valor, pues considera que en ellos puede estar contenida una explicación de la realidad. Con la captación de esas anécdotas pretende romper con las convenciones y prototipos sociales y demostrar la necesidad de que todos, incluido el espectador de esas obras, nos impliquemos en la vida y la historia, que realicemos una lectura crítica y sin prejuicios de la realidad que nos rodea.

Una producción en series

La obra de Eduardo Arroyo se organiza en series. Así, encontramos algunas como Robinson Crusoe (1965-66) que alude a su sentimiento de aislamiento como artista, Veinticinco años de paz (1965) con la que critica los festejos celebrados por el régimen franquista o Miró refait ou Les malheurs de la coexistence (1967).

La evolución de su trayectoria afecta también a las series que realiza, sobre todo, a partir de la década de los setenta: las formas se simplifican y utiliza materiales ajenos a la pintura como la cerámica o el caucho, cambios con los que consigue imágenes más misteriosas.

Son muchas las series que realiza. A continuación recogemos algunas de ellas: Obsesión de España. Sama de Langreo (Asturias). Septiembre 1963; Treinta años después (1971); Pintores ciegos (1970-1979); La forza del destino (1972) dedicada a los boxeadores Willie Pep, Kid Chocolate, Famechon, etc.; Los retratos (1974); Réflexions sur l’exil (1978); Ramoneur (1979); Toute la ville en parle (1982); Madrid-París-Madrid (1984),… entre otras muchas.